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COSER

Christian Mendoza | lunes, 11 de mayo de 2015

El viernes se celebró una de las Clases Fiesta que forman parte del proyecto Coser. Desarrollado por la coreógrafa Tania Solomonoff, Coser emprende una línea de investigación y diálogo en donde se exploran distintas técnicas del baile popular, como la salsa, el danzón y la zumba, y se entabla un diálogo entre la danza profesional y distintas manifestaciones ajenas a la academia. Esta exploración se lleva a cabo en el espacio público, en específico en salones de baile y en calles del Centro Histórico.

La Clase Fiesta del viernes fue de zumba y se dio en el patio de Casa Vecina, institución cultural dedicada a la investigación y a las residencias culturales, situada en la calle Regina. Dirigida por el maestro Omar Hernández, Solomonoff se posicionó como alumna y público de su proyecto, dejando el papel protagónico a los participantes y al profesor de la clase, volviéndose ella misma una aprendiz y un agente festivo. Pero, ¿cómo leer el espacio público, elemento complementario de Coser? ¿Podemos decir que la acción activó una calle con la presencia del baile? Regina es uno de los sitios más transitados del Centro Histórico, abundante en manifestaciones artísticas populares. «Coser busca transcender la experiencia del individuo en soledad e intenta situarse en la frontera que vincula a la persona con una colectividad específica. Coser responde a la pregunta de qué existe entre un cuerpo y otro mientras danzan. Qué tejemos cuando intentamos adentrarnos en un fenómeno social que pareciera no nos atañe. Cómo nos sorprendemos cuando una clase de zumba en el Fitness Express, viniendo de la danza contemporánea, nos hace enloquecer y jadear hasta bailar con los pies descalzos porque no puedes volver a la calle sin haber hecho catarsis con tus compañeros (desconocidos muchos de ellos). No sé, creo que el discurso social aparece y es factible comprenderlo cuando pones el cuerpo, cuando vuelves una y otra vez a él», dijo Solomonoff sobre el discurso social del proyecto, en una entrevista publicada en este mismo sitio. Siguiendo las pautas de la coreógrafa, podemos decir que el espacio público de Coser es el que activa al cuerpo: que las calles donde el cuerpo desarrolla sus posibilidades transeúntes es lo que provee de sustancia al trabajo de Solomonoff, no tanto el espacio urbano en sí mismo. Entonces, ¿Coser es una obra de artes escénicas o una manifestación ciudadana?

 

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