La Tempestad

En 1960, el Departamento del Distrito Federal decretó por fines culturales la expropiación del Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya. El arquitecto Pedro Ramírez Vázquez remodeló el inmueble que se convertiría en el actual Museo de la Ciudad de México. Esto provocó el desalojo de comerciantes que utilizaban el espacio como vivienda. Cincuenta y cinco años más tarde, algunos habitantes de la antigua vecindad se reencuentran para activar La Comuna. Revolución o futuro. Capítulo V: Rentas Congeladas, dispositivo escénico emprendido por La Comedia Humana, colectivo dirigido por Rubén Ortiz.

 

Presentado este sábado, Rentas Congeladas contó con distintos límites escénicos. Se simuló un programa televisivo que contó con invitados especiales, como Moisés Quiroz, historiador urbano, y habitantes de la vecindad Zapata, una de las pocas vecindades que permanecen en el Centro Histórico. Un archivo fue instalado en lo que fue la explanada de la vecindad, donde se contrastaron algunos datos históricos sobre el desarrollo estabilizador mexicano con las condiciones en las que vivieron en la antigua vecindad del museo, así como un mapa donde se trazaban circuitos de migración de otros estados al Distrito Federal. A su vez, los asistentes pudieron interactuar con algunos de los habitantes originarios. Ya septagenarios, describieron cómo estaban distribuidas las habitaciones, hablaron de las fiestas que celebraron ahí y de los personajes ilustres que fueron sus vecinos, como David González Bárcena, premio Nóbel de Medicina.

 

Marshall Berman, en su clásico Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad, plantea que la ciudad es el territorio donde pueden observarse con mayor nitidez las contradicciones de la modernización industrial y del capitalismo urbano. Según Berman, la ciudad tendría que constituir un símbolo de la modernidad más democrática, un espacio donde todos son bienvenidos y donde todos pueden ascender social y económicamente. Pero lo que sucede en los centros urbanos se aleja de los sueños de las autoridades gubernamentales. Una lógica se ha establecido: ya sea nulificando las posibilidades de protesta o invirtiendo excesivamente en un desarrollo inmobiliario específico para una clase social, la capital de México puede ser enmarcada en la crítica de Berman. Entonces, resulta pertinente preguntarse sobre la noción de «hogar» y sobre la actual vida cotidiana de la ciudad de México.

 

Ajenos al sentimentalismo demagógico, La Comedia Humana tensionó los significantes de la vivienda que existen entre las personas y las agendas políticas. En el archivo documental convivían las imágenes del cine de oro mexicano con fotografías reales de la vecindad que fue antes del museo. Y a un lado de los testimonios sobre los baños comunales, sobre las cooperaciones que se hacían para las fiestas de XV años y sobre las comunidades vecinales, una noticia sobre el futuro, dada por La Comuna TV: Carlos Slim toma protesta como jefe de gobierno del Distrito Federal, y le da la bienvenida a todos los que quieran vivir en su ciudad, porque vivir ahí es «más barato que en la Condesa».