Carlos Marks

Dislalia

El primer álbum de la agrupación mexicana Carlos Marks es, más que una fusión, una reapropiación de las músicas balcánica y tradicional mexicana, atravesadas por la disonancia y de la improvisación libre. A partir de una idea base: ninguna música es más ajena o más propia que otra. Dislalia, término médico para la dificultad de articular palabras, se equipara con el «ritual de entramados lingüísticos» que constituye su música.

Intolerancia, México

 

Luciano Chessa

The Orchestra of Futurist Noise Intoners

 

El compositor, músico e investigador Luciano Chessa realizó una de las grandes empresas pendientes de la música experimental del siglo xx: reconstruir la primera versión de orquesta de Intonarumori, celebérrimos instrumentos del futurista Luigi Russolo. La edición de Sub Rosa garantizó una reapropiación, más que un mero ejercicio de nostalgia. Participan Mike Patton, Blixa Bargeld, Pauline Oliveros o Teho Tehardo, entre otros. [Ver lt 95]

Sub Rosa, Bruselas

 

Dawn of Midi

Dysnomia

 

Dawn of Midi procesa, a partir de los marcos conceptuales del jazz y el minimalismo, «elementos africanos y orientales –patrones rítmicos asimétricos, cierta idea del tiempo que se resiste a lo causal– en un formato que nada tiene de la llamada música del mundo» [ver lt 94]. En otras palabras, los orígenes de sus tres integrantes (Marruecos, India, Pakistán) no hacen de Dysnomia un licuado exótico, sino un crisol cosmopolita.

Thirsty Ear, Connecticut

 

Matthew Herbert

The End of Silence

 

Con el mínimo de recursos: cinco segundos de una grabación de campo, realizada por el fotógrafo Sebastian Meyer durante la guerra de Libia en 2011, Matthew Herbert hace del sampler un territorio político. El inglés reinventa la ligazón música-realidad, cara a la música concreta, mediante «un juego recombinatorio, de elongación. Los 52 minutos de The End of Silence proponen, asimismo, una narrativa abstracta» [ver lt 93].

Accidental, Londres

 

 

The Internet

Feel Good

 

A través de un soul con bases sonoras sintetizadas (que le otorga al álbum una textura ambiental uniforme), con visos de jazz, funk o hip hop, Feel Good, el segundo álbum de The Internet (Syd tha Kid y Matt Martians), parece retomar los caminos que Prince –en sus obras más experimentales–, Meshell Ndegeocello y Outkast han dejado inconclusos: deconstruir la música negra norteamericana, aunque sin alcanzar sus grados de virtuosismo.

Columbia, Los Ángeles

 

Kaze

Tornado

Kaze –con dos «motores» principales: Satoko Fuji y Natsuki Tamura– es un excelente ejemplo del nuevo jazz japonés, pero sus virtudes rebasan cualquier localismo. En Tornado, álbum de apenas cinco temas, «prima el contrapunto extremo» e instrumentos como el piano y la trompeta toman las funciones de una ausencia clave: la del contrabajo. La obra se articula, así, de una forma extraña, no por ello menos explosiva.

Circum, Lille

 

The Knife

Shaking the Habitual

 

Un ambicioso disco doble que resume las inquietudes políticas del dúo sueco. Shaking the Habitual «propone una suerte de electrónica postindustrial, surgida ya no del paisaje fabril del proletariado [fértil en la música de agrupaciones como Throbbing Gristle, Foetus o Einstürzende Neubaten] sino del universo computacional del cognitariado» . Demolida cualquier expectativa de electrónica bailable, The Knife se concentra en lo textural.

Rabid, Estocolmo

 

Okkyung Lee

Ghil

 

Ghil nace de un proceso poco ortodoxo [ver lt 93]: en diferentes locaciones de Oslo (el bosque, una planta hidroeléctrica) y con nada más que una casetera portátil de segunda mano y un micrófono, Okkyung Lee grabó una serie de improvisaciones crudas, impulsivas, repetitivas. El músico noruego Lasse Marhaug seleccionó y masterizó nueve piezas; construyó, así, una narrativa «expresionista» a partir de la particular voz de la chelista coreana.

Mego, Oslo

 

São Paulo Underground

Beija Flors Velho e Sujo

 

«Elegir ser un grupo de jazz es, eventualmente, elegir una genealogía», afirma Diego Fischerman en la reseña que realizó de Beija Flors Velho e Sujo [ver lt 93], el cuarto álbum de estudio de São Paulo Underground (conformado por Rob Mazurek, Guilherme Granado y Mauricio Takara). En este caso, también es un punto de partida hacia la «electrónica posminimalista» y el encuentro con ciertos gestos de la música brasileña.

Cuneiform, Maryland

Ken Vandermark

Head Above Water / Feet Out of The Fire

 

Por las dimensiones de su ensamble, y por los riesgos formales que está dispuesto a asumir, a Ken Vandermark se le ha comparado con jazzistas de la talla de Duke Ellington o Charles Mingus. En Head Above Water / Feet Out of The Fire, su nueva grabación, existen suficientes puntos en común. Los timbres se superponen, los ritmos se entrelazan; Vandermark «puede cambiar de un swing de la vieja escuela a una improvisación abierta con un gesto».

Not Two, Cracovia