23/11/2024
Cine/TV
Recordando a Raoul Coutard
Ayer por la noche la familia del director de fotografía más destacado de la Nouvelle Vague, Raoul Coutard (París, 1924-2016), anunciaba su muerte. Durante cincuenta años de carrera el fotógrafo, fotoperiodista y cineasta participó en 75 películas convirtiéndose en una de las figuras más emblemáticas del cine francés de finales de 1950.
Raoul Coutard llegó a la fotografía no por vocación sino por azar, pues su intención era ser químico. Tras terminar sus estudios formó parte del Servicio de Información Militar Francés durante la Guerra de Indochina. Al término de ésta vivió poco más de once años en Vietnam donde cultivó un estilo natural de fuertes contrastes –muy marcado en su trabajo en filmes en blanco en negro– y de cámara en mano, realizando trabajos para publicaciones como Times o Paris-Match. A finales de 1950 vuelve a París y en 1958 debuta en el mundo del cine como director de fotografía de El desfiladero del diablo, de Pierre Schoendoerffer. A este trabajo le siguieron colaboraciones con Jean Luc-Godard en Al final de la escapada (1960), Vivir su vida (1962), El desprecio (1963), Alphaville (1965), entre otras. Con François Truffaut su nombre está ligado a filmes como Jules and Jim (1961), Disparen sobre el pianista (1960) y La piel suave (1964), por mencionar algunos.
Participó también en películas como Max, mi amor (1986), de Nagisa Öshima; Lola (1961), de Jacques Demy y Z (1969), de Costa Gavras. Como director de cine debutó en 1970 con Hoa-Binh, diez años después dirigiría La légion saute sur Kolwezi. Su última incursión en el cine la realizó junto a Philippe Garrel en Salvaje inocencia (2000). Murió ayer a los 92 años en Bayona, Francia.