23/11/2024
Diseño
Ana Elena Mallet
Ana Elena Mallet, curadora especializada en diseño moderno, dibuja un panorama de la disciplina en México.
Ana Elena Mallet (Ciudad de México, 1971), curadora independiente especializada en diseño moderno y contemporáneo, contestó el cuestionario de la serie “Los rumbos del diseño”, que se enfoca en conocer el estado de la disciplina en México. A Mallet le interesan los cruces entre el arte contemporáneo y el diseño, además de la relación de ambas disciplinas con la cultura popular. Trabajó como curadora en el Museo Soumaya, en el Museo de Arte Carrillo Gil y fue subdirectora de programación del Museo Tamayo. El año pasado curó la muestra El arte de la indumentaria y la moda en México. 1940-2015, que se presentó en el Palacio de Iturbide. Fue curadora en jefe del Museo del Objeto del Objeto (MODO) desde su fundación en octubre de 2010 hasta noviembre de 2011.
¿Consideras que el nivel de educación o la enseñanza de las distintas prácticas del diseño, en México, es más alto o más bajo que hace cinco años?
Creo que el nivel es más alto. Existen nuevas aproximaciones al diseño y muchas universidades ofrecen ya la licenciatura, así como especialidades en distintas ramas.
¿Qué tan posible es, hoy, hablar de una industria de diseño mexicana? (Una industria, por supuesto que tome en cuenta a las producciones y los creadores locales)
Creo que está en construcción y, poco a poco, se está logrando.
En México, el diseño industrial y textil profesional vive un complicado romance laboral y creativo con las tradiciones artesanales. Desde tu punto de vista, ¿cómo calificas la salud actual de esta relación? Los buenos y los malos momentos.
Es necesario asimilar en dónde vivimos y qué recursos hay: trabajar a partir de ello. Considero que eso es parte de trabajar con el sector artesanal. Hoy los diseñadores deben entender que los artesanos no son sólo proveedores; ambos deben comprender que el diálogo y la colaboración es en favor del aprendizaje y el beneficio mutuo.
Desde 2009, la industria editorial vive en crisis: las revistas de papel viven una vida precaria, en una economía frágil; mientras que las publicaciones digitales carecen de rigor periodístico y de reflexiones profundas. En el país, las revistas enfocadas en diseño son pocas; si bien nunca han abundado, entre 2012 y 2014 podíamos contar con un par de títulos más que hoy. ¿Podrías describir el panorama editorial ante el que estamos parados, para las revistas –impresas y digitales– mexicanas?
Es triste. En este país la crítica es casi inexistente, en todas las áreas. El diseño ha sido considerado en pocas ocasiones como disciplina formal en las publicaciones especializadas, es más bien un accesorio o un relleno. Creo que desde el gremio debíamos procurar construir una masa crítica, dar herramientas para entender porqué un diseño es bueno o esté bien resuelto. Aún debemos trabajar mucho en la parte editorial
¿Cuáles son las plataformas de exhibición y los escaparates de venta con las que cuentan los productores y los consumidores de diseño en México?, ¿seguimos concentrados en circuitos locales? ¿Se ha conseguido ensanchar la entrada a los circuitos internacionales o extranjeros?
Creo que aún es poco pero va creciendo. Kichink ha ayudado mucho a los diseñadores y los productores. A nivel internacional, Plataformas como Adorno y otras como Disenia, a nivel latinoamericano, han impulsado ventas y difusión. Se han abierto espacios en tiendas de museos internacionales pero es verdad que nuestros precios de diseño son poco competitivos. Esta es un área que hace falta entender y saber abordar.
Hace unos años el diseño joven, o emergente, se caracterizó por su inclinación hacia las prácticas sociales, el diálogo y los eventos públicos y la asimilación de un idioma diseñístico global. Hoy, ¿cómo describirías al diseño joven?
Creo que es una búsqueda constante. No podía decir que el diseño emergente va por un sólo camino sino que son múltiples. México es lo mismo un país artesanal que un país de maquila o donde se producen polímeros y turbinas. Tenemos un amplio panorama para que el diseño joven pueda crecer. Es cuestión de acercar cada vez más la industria y el diseño para lograr un diseño sólido y útil.