La Tempestad

El próximo 16 de noviembre abrirán las puertas de Proxyco, una nueva galería en la ciudad de Nueva York que tendrá la singularidad de abocarse al arte latinoamericano. Se trata de un proyecto fundado por el arquitecto mexicano Enrique Norten, la asesora de arte Alexandra Morris, también mexicana (fundadora, a su vez de Alex Em Fine Art) y la colombiana Laura Saenz, quien solía dirigir la galería León Tovar, también de Nueva York. El interés demostrado por la galería en el arte latinoamericano contemporáneo (que, con todo, se decantará principalmente por el producido por artistas mexicanos y colombianos) obliga a preguntarnos por el momento que vive la obra de artistas de esas latitudes en el mundo global del arte. Aunque desde México podría parecer que el mercado del arte contemporáneo goza de salud, rara vez se atiende el impacto que tiene en el sistema que circula al margen de fronteras geográficas.

La misma apertura de Proxyco no ha pasado desapercibida: la inauguración coincide con un renovado interés no sólo por el arte contemporáneo latinoamericano, sino por la discusión en torno a la pertinencia de la etiqueta. Como nos explican Morris y Saenz: “En este preciso momento en los EEUU el arte latinoamericano está recibiendo atención de instituciones respetadas mundialmente, como se vio en las muestras más recientes del Whitney Museum y el Guggenheim (ambas en Nueva York). La iniciativa de PST: LA/LA en Los Ángeles también está presentando una gran cantidad de exhibiciones de arte latinoamericano y chicano a través de varios años. Han hecho un trabajo admirable. Además, en San Francisco se abrirá en un par de años el Museo de Arte Mexicano. Sin embargo, el objetivo es que el arte latinoamericano no se presente al mundo como una ‘moda’ y que los artistas y movimientos que tienen mérito queden bien posicionados en la historia del arte. Ojalá Proxyco pueda contribuir de alguna manera a esto”.

Obviando la coyuntura que pueda resultar de exhibiciones simultáneas de arte latinoamericano en los EEUU, y de la complejidad del uso de una etiqueta para designar distintas corrientes artísticas, la muestra con la que Proxyco inicia su programa también llama la atención sobre la historia del arte mexicano a nivel internacional (y, en particular, en la ciudad de Nueva York). Como indica su subtítulo, se trata de una muestra colectiva que busca entablar un diálogo entre seis artistas mexicanos y el círculo (en Nueva York) de José Juan Tablada: Talon Rouge: Six Artists from Mexico Revisit José Juan Tablada and his New York Circle.

Curada por Daniel Garza Usabiaga, en la muestra se presentarán obras de modernistas como José Clemente Orozco, Miguel Covarrubias y Marius de Zayas, que “conversan” con Javier Hinojosa, Iván Krassoievitch, Edgar Orlaineta, Marco Rountree, Fabiola Torres-Alzaga y Verónica Gerber Bicecci, quien explicó: “Hay un interés por hacer dialogar a artistas que trabajan hoy con los que trabajaron allá hace casi un siglo, así que todos usamos un poco esa época o esa figura para proponer una pieza. En mi caso en particular, hice una reescritura del libro Un día… (poemas sintéticos) de Tablada”. La estrategia de Gerber es un buen ejemplo sobre la manera en que un artista mexicano contemporáneo se inserta en prácticas globales. No sólo hay una distancia crítica sino un reconocimiento por las nuevas condiciones históricas en las que vivimos, al margen de las naciones: “Me interesaban dos cosas: contrarrestar la postura política de Tablada (que apoyó a Huerta y estuvo contra Madero), pensando en el mundo y las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos cien años después (porque es el lugar en el que se mostrará la pieza por primera vez), así que hablo mucho de la idea de migración tomando como pretexto algunos animales que aparecen en el poemario de Tablada. Por el otro, contrarrestar su visión celebratoria de la naturaleza, pensando en la catástrofe natural que se nos sobreviene, utilizando como pretexto muchos poemas sobre plantas y paisajes que hay en su poemario”.

La discusión sobre la flexibilidad de la etiqueta “arte latinoamericano” forma una parte esencial del trabajo que se realizará en Proxyco, como explicaron Morris y Saenz: “Esta terminología en el mercado del arte americano se concretó a finales de los años 70 y se refería principalmente al arte moderno de esa región. Hoy en día los artistas nacidos en Latinoamérica son personas con perspectivas muy globales, inclusive muchos de ellos residen en países diferentes. Con una visión e influencia cada vez más global pensamos que han cambiado sus referencias, sus intereses y sus exploraciones formales. ¿Será correcta la denominación latinoamericana para esta generación de artistas? Para Proxyco, el término no es una clasificación reduccionista, sino un marco de referencia flexible para valorar y entender el arte informado tanto por una herencia cultural particular como por el cada vez más amplio panorama global”.

La terminología no sólo atiende, como se refleja en el discurso que recorre su muestra inaugural, una geografía sino que puede involucrar cortes temporales: “Nos parece interesante como galería crear estos vínculo entre el pasado y el presente para mostrar un panorama amplio de la actividad cultural en Latinoamérica. Pero es importante recalcar que el interés principal de la galería se centrará en arte contemporáneo con exposiciones que ocasionalmente recordarán movimientos artísticos o artistas del pasado”.