Los premios Oscar están cerca. La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas reveló las nominaciones de su edición 90. Además de generosas nominaciones a películas como La Forma del Agua (Guillermo del Toro, 2017) y Tres anuncios por un crimen (Martin McDonagh, 2017), la organización ha considerado a cintas como The Square (Ruben Östlund, 2017) Loving Vincent (Dorota Kobiela, Hugh Welchman, 2017), The Disaster Artist (James Franco, 2017), Dunkerque (Christopher Nolan, 2017) y Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017). Todas las anteriores son obras cuyo interés conlleva una reflexión sobre la creación humana, ya sea sobre el arte contemporáneo (como en el caso del filme de Östlund) o poniendo sobre la mesa una discusión ética con respecto al humanismo y posthumanismo (que se puede apreciar en la película de Villeneuve).
A continuación un repaso a estas películas, que han sido revisadas en este sitio.
The Square, al igual que Loving Vincent y The Disaster Artist, se aproxima de una manera diferente al terreno del arte y la creación. La cinta fue nominada en la categoría de mejor película de habla no inglesa. El filme –una coproducción entre Suecia, Alemania, Francia y Dinamarca– es un intento, en palabras de Laura Pardo, de “desenmascarar a la sociedad entera y ponerla frente a sus actos: artistas famosos, miembros connotados del mundo del arte, consumidores culturales que encumbran a ambas tribus, millonarios mecenas, jóvenes millennials en busca de éxito, el público que dicta tendencias y hasta niños sobrados de soberbia y hastío”. La obra de Östlund, que ha sido descrita como una mordaz crítica social, ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
El filme de James Franco, que compite en la categoría de mejor guion adaptado, presenta un conficto similar en el que se confrontan la recepción de la audiencia, la intención de una obra y la valoración crítica de ésta. En el texto Esa extraña audiencia, Guillermo Núñez Jáuregui afirma que “quienes hayan asistido a estrenos de filmes significativos o quienes hayan formado parte de una audiencia fanatizada saben bien que el cine puede ser algo más que una experiencia retiniana”. Núñez invita a cuestionar –recalcando el complejo fenómeno de admiración que surge desde la ironía y la festividad– no sólo las cualidades que vuelven a una cinta un filme de culto, sino también el fanatismo propio de la cinefilia.
Loving Vincent, nominada en el rubro de mejor película de animación junto a Coco (Lee Unkrich, 2017) y El pan de la guerra (Nora Twomey, 2017), narra de forma biográfica las circunstancias alrededor de la muerte del pintor neerlandés Vincent Van Gogh. La cinta, creada a partir de 134 pinturas del artista, fue filmada con actores reales para después ser rotoscopiada por un equipo de animadores. Federico Romani considera que la película, cuya realización es impecable, rebasa la etiqueta de prodigio técnico pues “funda y representa un espacio de riesgo que no es sólo artístico, en la medida en que parece consciente del lugar algo incómodo que puede llegar a ocupar en el futuro escaparate de la mitología de museos y, aún así, empuja hasta límites increíbles las capacidades de su propuesta”.
¿Cuál es la relación entre el capitalismo y la perspectiva de la posthumanidad? Slavoj Žižek parte del filme Blade Runner 2049, que sumó cinco nominaciones dentro de las categorías técnicas, para explorar las implicaciones políticas de lo posthumano. A partir de las distintas interacciones sexuales y laborales representadas en el universo futurista de la cinta (y haciendo referencia al Manifiesto Comunista de Marx y Engels), Žižek establece una serie de preguntas alrededor del futuro de la humanidad, de los límites y alcances propios dentro del concepto de lo humano.
Dunkerque, con ocho nominaciones (entre ellas mejor película y mejor dirección), se sitúa detrás de La Forma del Agua, de Del Toro, que obtuvo trece. La película de Nolan sigue el hábito del cineasta de combinar algo similar a un cine de autor con las exigencias de la industria del entretenimiento actuales. Aquí el creador británico se aleja del thriller y la ciencia ficción (sus géneros habituales) para adentrarse en una trama bélica, que supone una nueva exploración de la temporalidad dentro de su obra. A pesar de reconocer la maestría con la que el director entreteje tres distintas temporalidades, el trabajo fotográfico y el montaje, Nicolás Cabral argumenta que “en tiempos de Brexit, Dunkerque es una extraña celebración de la insularidad, de la autosuficiencia, de la lengua única. […] Dunkerque, sí, es un prodigio audiovisual. Al servicio de un sospechoso patriotismo”.
La gala de la edición número 90 de los Premios Oscar se llevará a cabo en Los Ángeles, California, el próximo 4 de marzo.