25/11/2024
Artes visuales
Poética de lo técnico
La práctica de José Dávila, que expone ‘Mecánica de lo inestable’ en la OMR, engendra una reflexión sobre las propiedades de la materia y su potencial para generar contrastes estéticos. Aquí, una entrevista con el creador.
José Dávila elabora el discurso de Mecánica de lo inestable, su exposición en la galería OMR, a partir de las características de los materiales que conforman sus esculturas. “Me interesa exprimir momentos poéticos a soluciones aparentemente muy técnicas”, comenta el creador, que se formó como arquitecto. En la primera parte de la muestra, en la planta baja de la casa ubicada en la calle de Córdoba de la colonia Roma, hay dos largas vigas de acero suspendidas del techo. Contrastan con un globo rojo, un pequeño gesto que acentúa la diferencia de los materiales. “Además de ser un discurso sobre el equilibrio y la gravedad, las piezas también exhiben lo primitivo y lo industrial, lo frágil y lo sólido”, asegura Dávila.
El título de la muestra, que el creador asegura podría ser el de una tesis de ingeniería, revela que gracias a la gravedad es posible entender conceptos como el de estabilidad, balance y desequilibrio. “Las piezas que están abajo se sostienen a sí mismas. Evidentemente me interesaba la altura del espacio de la OMR y que la retícula de su techo, que está hecho de casetones, permite pasar el cable metálico para sujetar los elementos, no fue necesario poner argollas y anclarlas. Las cuatro columnas prominentes de la galería, por otro lado, también entraron al juego de sostenimiento de las vigas”, explica Dávila. Arriba, donde continúa la exposición, se decidió hacer contrapeso a lo contundente, sólido y grande de estas piezas con otras más frágiles y silenciosas.
A diferencia de otros artistas, Dávila –que considera al arte como una investigación personal y empírica– no transforma los materiales para generar obras, su práctica consiste en evidenciar la materia de la que éstas se conforman. Panopticon, una pieza con volúmenes apilados, que forma parte de la segunda parte de la muestra, por ejemplo, juega con el contraste del peso de sus materiales. Un elemento interesante de la obra es la escultura que simula un atlas griego que sostiene un cubo de yeso, un bloque de madera y una roca. Encima de esta torre pende una esfera dorada, rematando las fuerzas que mantienen en pie a la escultura.
Este entramado de piezas en equilibrio es matizado con elementos a través de los cuales se visibilizan de forma poética las propiedades de la materia. Otra escultura de la muestra, Every Finding Has a Consequence, es coronada por una manzana roja. El creador lo explica de esta forma: “Hay elementos simbólicos que generar otras lecturas. La manzana, por ejemplo, tiene que ver con la gravedad y lo científico, pero también con la religión y las tentaciones”. Sobre el globo rojo, que convive en medio de la pesadez de las vigas, Dávila comenta que “alude a lo infantil, lo romántico y lo naive (lo opuesto a lo racional). El globo, por otro lado, siempre va en contra de la fuerza de gravedad, aunque parezca frágil tiene toda la fuerza para trabajar en un sentido opuesto y elevarse en lugar de caer, debido al helio que contiene”.
A Mecánica de lo inestable, que genera imágenes entre sistemas aparentemente opuestos que son interpretados a partir de la dicotomía entre la ecuanimidad y el desequilibrio, la constituyen un cúmulo de contradicciones matéricas que son inherentes a cualquier cosa que ocupa un lugar en el espacio. La muestra se podrá ver hasta el 24 de marzo.