22/11/2024
Música
El tesoro de Nina Simone
Hace poco más de un año la casa donde Nina Simone creció se encontraba en ruinas, cerca de desaparecer. Sin embargo gracias a la colaboración de cuatro artistas afroamericanos, que juntaron los 95 mil dólares necesarios para comprar la propiedad y posteriormente se embarcaron en la tarea de rehabilitarla, la casa no sólo se encuentra en perfecto estado sino que también fue nombrada oficialmente como Tesoro Nacional de Estados Unidos.
A pesar de haber albergado a la familia Waymon, que incluía a Simone (entonces Eunice Kathleen Waymon), sus padres y sus siete hermanos y hermanas, la historia de esta construcción de tablilla era desconocida por la mayoría de los vecinos del pequeño poblado de Tryon, Carolina del Norte, al pie de la Cordillera Azul. Pero gracias a que la collagista y directora de cine Ellen Gallagher, la pintora abstracta Julie Mehretu, el artista conceptual Adam Pendleton y el escultor y pintor Rashid Johnson unieron fuerzas para adquirir y rehabilitar la casa, en lo que denominaron un acto artístico pero también político, el sitio fue rescatado del olvido para destinarlo a conmemorar la vida y el trabajo de la pianista y cantante.
Simone tomó clases de piano desde niña, a pesar de la precariedad financiera de su familia. Gracias a contribuciones de familiares y amigos logró juntar los fondos para estudiar en la escuela de música Julliard con el fin de solicitar admisión en el prestigioso Instituto de Música Curtis, del cual fue rechazada por discriminación racial. Tras optar por comenzar a tocar jazz, entonces “la música de diablo,” en bares para financiar sus clases de piano, Nina Simone adoptó su nombre artístico para ocultar a su familia su ocupación. Fue entonces cuando Simone fue alentada a cantar y tocar el piano al mismo tiempo, dando pie a una larga y exitosa trayectoria musical aunada a un ferviente activismo político durante el Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.