21/11/2024
Artes visuales
Dos muestras imperdibles en El Eco
El Museo Experimental el Eco presenta dos muestras imperdibles: Sangre pesada, de Naomi Rincón Gallardo, y Cosmos, de Eduardo Terrazas; ambas exposiciones se podrán ver hasta el 25 de agosto. A continuación, a detalle, el abordaje de los creadores.
Naomi Rincón Gallardo (Carolina del Norte, Estados Unidos, 1979) es una artista que ha creado una narrativa audiovisual que retoma la insensibilidad del pensamiento occidental (por ejemplo la migración de los pueblos, resultado de las necesidades creadas por los modelos económicos, la hegemonía del mercado global y el agotamiento de los recursos naturales por la incesante explotación de la tierra y sus derivados, en cantidades y tiempos enajenados que hacen del paisaje un lugar en constante desvelo por el impacto que deja el abuso de la industrialización) consecuente con un pensamiento decolonial, mediante performances y encuentros musicales que se resuelven como videoinstalaciones, en los que enuncia, con la creación de ambientes, una lectura alterna, no lineal, de las fracturas y contradicciones del orden del mundo. Sangre pesada, videoinstalación que retoma el contexto del estado de Zacatecas, alude a la sustancia crítica del régimen colonial que aún rige e intoxica al mundo; la pieza se presentó por primera vez en el marco de la Bienal FEMSA, que se realizó en la ciudad de Zacatecas de octubre de 2018 a febrero de 2019.
Para El Eco, Eduardo Terrazas (Guadalajara, 1936) desarrolló una intervención a la arquitectura de Mathias Goeritz a partir del emplazamiento de un espejo de agua en el patio del museo. La forma replica la geometría de la que parte la serie Cosmos –una de las series que el arquitecto y creador viene trabajando desde hace décadas– en una versión que convierte el lugar en una suerte de santuario, reflejando el cielo en su superficie, y haciendo participe el espectador de una mirada ampliada. Esta pieza, al igual que otras series en las que trabaja Terrazas, surge desde una posición híbrida entre el artista y el arquitecto, comprendiendo las necesidades simbólicas y espaciales del lugar creando un ambiente para la conciliación del tiempo no utilitario que estar-habitar permite.