24/11/2024
Artes visuales
La escultura en el centro
En meses recientes han surgido dos espacios que tienen como prioridad la producción y la exhibición de esculturas: Frontera Garibaldi y Studio Block M74; aquí, sus gestores hablan de las posibilidades de compartir el espacio de trabajo y el conocimiento
Aunque son pocos los espacios dedicados a la escultura, en meses recientes han surgido Frontera Garibaldi y Studio Block M74, dos lugares que tienen como prioridad la producción y la exhibición de esculturas. Coincidencia: ambos sitios son vecinos: Frontera, gestionado por los artistas Antonia Eguiarte y Abraham Chávez, se encuentra en el centro Centro, sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas; Studio Block, que tiene a su cargo el artista Pablo de Laborde Lascaris, por otro lado, ocupa las instalaciones de una antigua fábrica de medias en la colonia Guerrero; prácticamente es Paseo de la Reforma la avenida que separa ambos estudios.
El espacio de Studio Block tiene talleres muy grandes, pisos para uso rudo, puertas grandes e instalación trifásica; “la concepción del proyecto, planteado por y para escultores con el conocimiento de los recursos y las necesidades propias de la producción escultórica, es una respuesta a las necesidades de la disciplina”, puntualiza De Laborde. “Aquí no tenemos paredes y cuando llueve el agua se filtra y se hace una cascada”, dicen los gestores de Frontera, situado en la planta alta de un edificio en el que se encuentra uno de los primeros gimnasios dedicados al fisicoculturismo en la ciudad. “Nuestro espacio refleja muchos problemas actuales en el ámbito del arte contemporáneo, que cuida y resguarda a una cantidad muy pequeña de artistas jóvenes, escogidos a conveniencia, ¿qué pasa con todos los que no encajamos en esos parámetros de distribución, producción y pensamiento?”, cuestionan en conjunto los gestores de Frontera.
Ambos lugares fungen como espacios de renta para otros escultores o artistas y, de igual modo, como sitios de exposición y de residencias
“Creo que entre los artistas, los escultores somos los que más podemos aprovechar la vida en comunidad por la cuestión de compartir materiales, conocimiento, herramientas, ayuda física, etc.”, dice De Laborde Lascaris. Frontera (que antes de establecerse en Eje Central estaba en la calle de Adolfo Gurrión, en la Merced) opera bajo una lógica similar: “Constantemente nos cuestionamos nuestro quehacer, somos un espacio de hacer y no solo de ideas; nos interesa que la forma y el fondo convivan en un mismo lugar, donde todos podemos apoyar a otros en la realización, principalmente de obras escultóricas, compartiendo herramientas y soluciones”, dicen los gestores.
Ambos lugares fungen como espacios de renta para otros escultores o artistas y, de igual modo, como sitios de exposición y de residencias. “Pienso este proyecto como una plataforma de vinculación para conocer las diferentes estéticas que existen en México, es un acercamiento contemporáneo a la escultura; Silogismos de la construcción, por ejemplo, fue una muestra curada por Alberto Ríos de la Rosa que ofreció un panorama al respecto”, explica De Laborde. Del 1 de julio al 30 de diciembre, por otro lado, el escultor de origen japonés Yutaro Aoki y el arquitecto mexicano Pablo Kobayashi producirán piezas para una muestra individual y una obra específica para la galería, respectivamente.
Sobre las residencias, actualmente Studio Block (que cuenta con una biblioteca dedicada a la disciplina escultórica) tiene un programa cuyo propósito es invitar a artistas a producir escultura dentro del contexto de la Ciudad de México. Frontera Garibaldi, por su lado, también invita a creadores a trabajar en sus espacios; su residente más reciente, el creador Willie Gurner, expuso su trabajo el viernes 14 de junio; en días próximos anunciarán al siguiente artista que ocupará su taller para producir obra.
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