La Tempestad

La muestra InVisible. Diseño en vidrio, que se presenta en el Museo Franz Mayer, hace una revisión exhaustiva al uso de este material en la creación. Obras de, entre otros, Pedro Ramírez Vázquez, Julie Richoz, Teodoro González de León, Francisco Torres, Frida Escobedo, Jan Hendrix, Edgar Orlaineta, Perla Valtierra y Mauricio Lara pueblan la exposición. No se desatienden, por otro lado, los empaques cotidianos y objetos de uso común, que también se presentan como piezas de exhibición.  

“Al ver todos estos objetos en la misma sala o por decirlo de otra forma, en igualdad de condiciones, vemos que el vidrio es en realidad capaz de la mayor diversidad de formas y usos. El hilo conductor no es el objeto o el estilo sino el proceso productivo”, señala Emiliano Godoy, diseñador, encargado de la curaduría de InVisible.  

Se trata de una materia única: el vidrio. ¿Cuáles son las posibilidades creativas que ofrece este material?

El vidrio es un material inusual dado que tiene muchas posibilidades que se pueden controlar, pero al mismo tiempo tiene muchas limitantes con las que se debe negociar una intención artística o creativa. Por tanto es un material que requiere de estudio, de pruebas y prototipos, de negociación. Por otro lado, no es fácil controlar una burbuja a mil 300 grados que se enfría de manera diferenciada, que fluye parcialmente y tiende a caer con la gravedad, y cuyas propiedades ópticas son afectadas constantemente por todas las variantes del proceso. El vidrio es un medio increíblemente complejo, tiene enormes posibilidades creativas justamente porque sus limitantes obligan al creador a cambiar, a adaptarse, a ceder y empujar, a repensar sus objetivos y aceptar la incertidumbre.

«Es muy difícil ser autoritario con el vidrio y por eso son solo los creadores que entienden la colaboración, que valoran las aportaciones externas y aprecian que sus intenciones artísticas sean modificadas por el proceso, los que son atraídos por el vidrio»

El vidrio tiene una larga tradición como materia prima para la construcción de objetos cotidianos. ¿Qué importancia tiene el diseño de este tipo de piezas en InVisible?

La intención de la exposición es mostrar una parte de esta historia y tradición en México. Podemos ver objetos de las últimas seis décadas, con muchos de ellos convivimos en nuestra vida cotidiana. En la primera sala se propone una experiencia inmersiva de objetos de vidrio, piezas de diseño o empaques de lujo (que son realmente excepcionales en su técnica o propuesta) al lado de objetos de producción masiva que encontramos en todas las casas de México. Así, vemos un frasco azul de Nivea y un envase conmemorativo de Navidad de La Costeña junto a productos de diseño de Monica Guggisberg y Philip Baldwin y la botella de lujo Double Eagle Very Rare, que acaba de ganar en Mónaco el premio al mejor empaque de lujo del mundo.

 

Aunque está presente en objetos cotidianos y artesanías, ¿cómo se valora su uso en la creación artística contemporánea?, ¿se trata de un material que prefieren cierto tipo de creadores?

El vidrio nunca se hace de manera individual, siempre requiere de una colaboración entre el diseñador o artista y un grupo que incluye a los artesanos que soplan las piezas, los ingenieros que controlan el proceso y la infraestructura empresarial. Es muy difícil ser autoritario con el vidrio y por eso son solo los creadores que entienden la colaboración, que valoran las aportaciones externas y aprecian que sus intenciones artísticas sean modificadas por el proceso, los que son atraídos por el vidrio.

 

¿Se pueden establecer diferencias entre el uso del vidrio que hacen, entre otros, artistas, diseñadores o arquitectos?

No creo que la diferencia venga de la disciplina sino de la manera en que estos creadores trabajan. En la exposición se puede ver cómo algunas piezas del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez son muy cercanas al trabajo contemporáneo del diseñador Edgar Orlaineta. Las piezas del artista Jan Hendrix, por otro lado, son más arquitectónicas, con usos cercanos a las propuestas de la arquitecta Frida Escobedo. Quizá los diseñadores se parecen un poco más entre ellos porque son los que experimentan más con el proceso y modifican las herramientas y moldes para llegar a un resultado diferente. Pero aún así, no creo que sea la disciplina la que dicta esto sino la metodología y la forma de trabajo de cada creador.

En la expo también se propone mostrarle a los visitantes cómo se trabaja el vidrio para crear objetos. ¿Cómo ha sido dispuesto este apartado en la exhibición?

La exposición busca que el visitante entienda cómo se fabrican los objetos de vidrio. En la segunda sala hay varios videos de productos y procesos específicos que muestran su proceso de elaboración, a los artesanos y a máquinas. En la sala se exhiben las herramientas que usan los artesanos en el proceso, así como algunas materias primas, la indumentaria que usan los trabajadores del taller e incluso algunas aportes de la maquinaria, por ejemplo discos de corte, grabado y pulido. Sin embargo, la intención es dar a conocer todo el capital intelectual que se genera y requiere, el conocimiento y la sistematización con la que se evalúa el proceso para poder tener resultados consistentes y predecibles.

El papel del diseño y la creatividad, así como la detallada documentación y el desarrollo técnico que hay detrás de cada objeto, permiten entender cómo el artesano requiere de las disciplinas del diseño y la ingeniería para lograr procesos y productos que no sean siempre la repetición de una sola forma. Nos interesa mucho enseñar esto: creemos firmemente que es un acercamiento que se podría seguir con muchas otras técnicas artesanales en México para lograr innovar, generar valor y competir más allá del entorno local y de baja escala en el que parece seguir atrapado el artesanado nacional.

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