21/11/2024
Artes visuales
Una lectura de la Colección FEMSA
‘El orden material de las cosas’, que se presenta en el MARCO de Monterrey, establece diálogos entre obras modernas y contemporáneas
El orden material de las cosas. Una lectura de la Colección FEMSA, que se presenta en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), reúne pintura, escultura, video e instalación de artistas como Frida Kahlo, María Izquierdo, Mathias Goeritz, Liliana Porter, Gabriel Orozco y Francis Alÿs, entre muchos otros. Se presenta por primera ocasión una de las más recientes adquisiciones de la colección: Flores en el campo (1915), del artista mexicano Saturnino Herrán. Su línea curatorial propone motivar un mejor entendimiento de la relación entre el mundo de las cosas y la obra artística.
“Me interesan temas muy comunes, asuntos conocidos para cualquier especialista o aficionado del arte pero que, en términos más amplios, son malentendidos, percibidos de una forma maniquea y que, para los sectores más conservadores, pueden irritar y causar animadversión. Dentro de este contexto, esta exposición es sobre el objeto y su relación con el arte moderno y contemporáneo y, a partir de esto, estimar otras formas de entender el mundo de las cosas y su materialidad. Dentro de la exposición también se trató de esbozar una genealogía de tipo de prácticas en México”, señala Daniel Garza Usabiaga, curador de la muestra.
Todas las piezas exhibidas son parte de la Colección FEMSA, a excepción del video Los otros días .still (2018), que Chantal Peñalosa produjo para la Bienal FEMSA del año pasado, titulada Nunca fuimos contemporáneos.
Abunda Garza Usabiaga: “En la exposición se incluyen obras de distintos países de América Latina, distintas geografías, pero también de distintas épocas o temporalidades. Entonces sí hay obra emblemática de su tiempo, por así decirlo, por ejemplo el mural de la serie Mensajes, de Mathias Goeritz, o Monoblock (1971), de Juan José Gurrola, que no sólo son hitos de la historia del arte en México durante la segunda mitad del siglo XX, sino que también se prestan para diálogos de carácter transnacional; me refiero a Goeritz, de nacionalidad alemana, con los nuevos realismos que se daban en Europa o la pieza de Gurrola en relación al pop y los conceptualismos globales”.
Piezas relevantes de lo que se denomina “arte de los noventa” nutren El orden material de las cosas: Alimento (1996), de Claudia Fernández, o Sofía (1990), de Thomas Glassford. También una pieza de Gabriel Kuri de 2010, Maqueta para desfile.
“La tensión que se puede dar entre las piezas, sobre todo si provienen de distintos registros temporales, es lo que más me interesa. Puedo considerar que la obra Alacena (1942), de María Izquierdo, es excepcional por sí misma, pero la relación que establece con el video de Peñalosa me parece más interesante. En ambos trabajos aparecen piezas de cerámica con una extraña tensión entre lo animado y lo inanimado. Izquierdo se centra en el arte popular y Peñalosa en productos industriales hechos con molde. La pintura muestra una especie de ideal doméstico posrevolucionario, el video registra esa misma locación en el presente, abandonada debido a la violencia, la destitución y pobreza”, explica el curador.
El orden material de las cosas. Una lectura de la Colección FEMSA se podrá visitar hasta el 16 de febrero de 2020.