Fotograma de 'The Big Shave' de Martin Scorsese
Aquí, una compilación de cortometrajes de los mejores directores en activo. Estos breves trabajos son una llave para entrar a universos fílmicos particulares: de las pulsiones destructivas de Von Trier a las enigmáticas imágenes de Claire Denis.
The Big Shave (1967), de Martin Scorsese
El estilo de Martin Scorsese es perceptible en The Big Shave, uno de sus primeros trabajos. Filmado en 16mm y acompañado de música jazz, el corto es sencillo: un hombre afeita su rostro hasta cortarse, cubriendo de sangre un baño meticulosamente limpio, casi esterilizado. El genio de Scorsese, que torció el cine hollywoodense de los setenta, está presente en esta producción.
Doodlebug (1997), de Christopher Nolan
Favorito de la crítica y el público gracias a filmes como Inception o la trilogía de Batman, Christopher Nolan es experto en retratar la angustia, la obsesión y la autodestrucción. Estas pulsiones son exploradas en Doodlebug, donde un hombre trata de matar a una extraña criatura, que aparenta ser un bicho, en su apartamento.
The Memories in My Frame (1994), de Bong Joon-ho
Bong Joon-ho encabeza la explosión del cine surcoreano gracias a Parasite. Sin embargo, antes de convertirse en un director multipremiado, dirigió una serie de cortometrajes como estudiante de la Academia Coreana de Artes. The Memories in My frame es sobre un niño que escucha a su perro ladrar y, de esta forma, cuestiona la realidad y la memoria. El filme se proyectó en el Festival Internacional de Cine de Hong Kong y el Festival Internacional de Cine de Vancouver.
Armide (1987), de Jean-Luc Godard
Jean-Luc Godard es conocido por ser un transgresor del medio cinematográfico. En 1987, formó parte de la película coral Aria, una producción de Don Boyd que reúne el trabajo de diez directores vanguardistas. Navegando entre el cortometraje y el videoclip, el ambicioso proyecto está dedicado a diferentes arias de la música clásica. En ese sentido, el aclamado director de la nouvelle vague realiza su propia interpretación de la ópera Armide, de Jean-Baptiste Lully.
Contact (2014), de Claire Denis
Cortometraje enigmático y abstracto que nace de la respuesta contemplativa de Claire Denis a la instalación Contact del artista Olafur Eliasson. En esta primera colaboración, ambos vislumbran su fascinación por los fenómenos aún no explicados por la ciencia, destacando la sensación de un universo infinito a través de la luz amarilla filmada por la cámara de Agnes Godard y Yorick Le Saux. Contact es, por supuesto, el hermano menor de High Life, el filme de Denis de 2018.
Incident by a Bank (2010), de Ruben Östlund
Antes de llevarse la Palma de Oro en 2017, Ruben Östlund dirigió un cortometraje de 11 minutos basado en un hecho real sucedido el 26 de junio de 2006. Incident by a Bank es sobre un robo de banco fallido presenciado por el director sueco y su productor, Erik Hemmendorff. Una coreografía meticulosamente planeada y cuatro tomas editadas como una sola secuencia son los elementos necesarios para convertir su experiencia en un testigo ocular que consigue una representación detallada del comportamiento humano.
Nocturne (1980), de Lars von Trier
Nocturne es un hipnótico cortometraje de los años de estudiante del director danés Lars Von Trier, conocido por desarrollar el movimiento Dogma 95 junto al también director Thomas Vinterberg. Este sorprendente predecesor de la Trilogía Europea (Elementos del crimen, Epidemic, Europa), transmite un ambiente postapocalíptico de separación, ansiedad y claustrofobia; el mundo exterior es aterrador para una mujer que no puede soportar la luz del sol, lo que la obliga a permanecer en la oscuridad, aunque debe hacer un viaje en avión.
Woton’s Wake (1982), de Brian de Palma
Los primeros cortometrajes de Brian de Palma son sugerentes y visibilizan su amor por las referencias. Woton’s Wake no es la excepción, aquí hace una parodia extraña de El séptimo sello de Ingmar Bergman, para después hacer alusión a King Kong y El fantasma de la ópera. Esta película constituye su primera colaboración con William Finley, en la que interpreta a un hombre de cara desfigurada que acecha a las parejas para quemarlas con un soplete. De un momento a otro, estallan imágenes caóticas en una imparable experimentación.
The Dirk Diggler Story (1988), de Paul Thomas Anderson
Con tal solo 17 años, Paul Thomas Anderson realizó esta pieza de cine amateur. The Dirk Diggler Story es un falso documental sobre el actor de cine porno John Holmes, que se abrió paso en la industria rápido, aunque sucumbió a los excesos de la época, por ejemplo el uso de sustancias. Este cortometraje es un boceto de la aclamada Boogie Nights de 1997.
Lick the Star (1998), de Sofia Coppola
El debut cinematográfico de Sofia Coppola es una fantástica muestra de su estilo visual. Con largos planos y música estridente cuenta la historia de un grupo de chicas obsesionadas con la escritora V.C. Andrews que, basándose en la novela Flowers in the Attic, elaboran una broma pesada llamada “Lick the Star” a unos muchachos.
Mission Zero (2007), de Kathryn Bigelow
Kathryn Bigelow, creadora de personajes enérgicos y aparentemente irrompibles, es la directora de este cortometraje promocional para Pirelli Film, estrenado un año antes de The Hurt Locker, la película por la que ganó el Oscar de Mejor Dirección (hasta el momento es la una única mujer en tener el premio). En Mission Zero, Uma Thurman es una espía a los mandos de un Lamborghini Gallardo que es perseguida entre explosiones y emboscadas bajo el ardiente sol de Los Ángeles.
The Alphabet (1967), de David Lynch
The Alphabet es el segundo cortometraje de David Lynch, director que, como pocos, se ha atrevido a explorar nuevos espacios de escritura cinematográfica. Producido con el dinero que obtuvo de su primer filme, Six Men Getting Sick, y basado en una pesadilla real, combina animación y acción en vivo para construir un experimento surrealista de horror.
