23/11/2024
Artes visuales
Ana Segovia: el artificio de la identidad
“El centro de gravedad de mi práctica es la pintura. Todo parte de este impulso matérico de generar situaciones a través del pincel: reinterpretar el archivo e intervenirlo con herramientas de la tradición pictórica, color y pinceladas, desde ese lugar muy íntimo entre el pincel, la persona y la cosa siendo lienzo”, advierte Ana Segovia en este video, que invita a los espectadores a adentrarse en los motivos de las obras a través de una visita a su espacio de trabajo –el taller Fuego, que comparte con los pintores Allan Villavicencio y Jerónimo Rüedi–, un lugar que además promueve, exhibe y apoya la difusión de la pintura contemporánea en México. Incluso confiesa que sus piezas escultóricas, videos o instalaciones, formatos con los que ha empezado a experimentar, provienen de este mismo impulso.
En la exposición en curso del Museo Jumex, Excepciones normales: arte contemporáneo en México, encontramos una pieza de Ana Segovia titulada Arroz (2021). Se trata de seis óleos sobre tela que componen un retrato fragmentado del actor mexicano Mauricio Garcés: vemos su mano sosteniendo un cigarrillo y parte de su bigote; su camisa y un pedacito de su famoso gazné; un recorte de su manga con mancuernilla, que sugiere la pose torcida y pícara que lo caracteriza, igual que se adivina en el de su cuello, torso y brazo. “El formato ovalado refiere a un tipo de retrato victoriano muy específico, enfocado en el rostro (el ovalo enmarca la composición de una cara); sin embargo en las imágenes que pinto el rostro está negado”.
Arroz es una pieza central en el trabajo de la pintora mexicana. Ana Segovia (1991) forma parte de una familia de linaje dentro de la industria fílmica nacional (es nieta del productor Fernando de Fuentes Reyes y la actriz Yolanda Varela) y ha estudiado las figuras del charro y del vaquero en su búsqueda por desmitificar estereotipos del cine mexicano de la época de oro y del Hollywood de los años cuarenta. “Aquí quise enfocar mi mirada a otro tipo de masculinidad. El dandi mexicano, amanerado pero galán, que informó sobre los rituales de seducción a toda una generación”.
La obra de Segovia parte de lo lúdico, la idea de reírse del fetiche es importante para la artista; así, las imágenes que retrata son planas y las situaciones absurdas y fársicas. “Quiero dar la sensación de artificialidad de la identidad, que existe en nuestra mente como cosa monolítica y que en realidad no es así”.
El video recorre su trayectoria y los motivos que han marcado su práctica: las figuras del cine mexicano con las que creció. “En la adolescencia idolatraba a Pedro Infante, era la persona que yo aspiraba a ser. Evidentemente en esa época estaba en conflicto con mi identidad, no correspondía con mi género. Cuando me voy a Chicago entro en contacto con la pintura desde otro lado: grupos queer, teoría queer, y me percato de que sí hay otra manera de relacionarse con la identidad y el género y la podemos deconstruir”.