21/11/2024
Artes visuales
Curare: reivindicar la crítica
Puede sonar extraño, pero en México han existido revistas que, en lugar de conformarse como espacios para dialogar con el poder, se fundaron con la idea de ser una especie de contrapoder. Un caso: Curare, cuya andadura ensanchó las discusiones sobre las artes visuales que hasta los ochenta tenían como espacios centrales la academia y las instituciones culturales del Estado mexicano. Y sin embargo la revista y el boletín que llevaron ese nombre fueron solo una de las expresiones de un proyecto más amplio, que incluyó exposiciones, seminarios y debates, entre otros formatos de reflexión.
De lo anterior se ocupa la muestra Curare. Venenos, remedios y estrategias críticas, 1991-2010, que permanecerá abierta hasta el 30 de octubre en el vestíbulo de Arkheia en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) de la Ciudad de México. Curada por Maco Sánchez Blanco y Jaime González Solís, la exposición se asoma al fondo documental de la agrupación que formaron críticos e historiadores del arte y describe las coordenadas desde la que se impulsaron nuevas lecturas, que dejaron huella en la crítica, la curaduría y la historiografía locales.
Durante dos décadas, Curare. Espacio Crítico para las Artes animó discusiones sobre la circulación del arte, los contextos mexicano y latinoamericano en tensión con la globalidad y la tendencia a la privatización de la cultura. “Esta exhibición”, señalan los curadores, “da cuenta de criterios de acción que fueron modificándose de acuerdo con el cambio de las condiciones en las que se insertaron” y “visibiliza las tensiones y conflictos internos que son parte de la historia de Curare y de su carácter crítico”.
Algunos nombres ayudan a entender el tipo de irradiaciones críticas que animaron Curare: Rina Epelstein, Olivier Debroise, Francisco Reyes Palma, Karen Cordero, Armando Sáenz Carrillo, Ana Isabel Pérez Gavilán, Georges Roque, James Oles, Pilar García, Cuauhtémoc Medina, Esther Acevedo, José Luis Barrios o Issa M. Benítez. Con el reto que implica mostrar un proyecto de orden intelectual, Curare. Venenos, remedios y estrategias críticas, 1991-2010 narra un período de renovación de discursos en un momento en el que el arte contemporáneo producido en México consolidaba su proceso de globalización.