21/11/2024
Artes visuales
Gabriel Orozco: piedra, papel, lienzo
Las últimas noticias sobre el trabajo de Gabriel Orozco (Xalapa, 1962) han tenido que ver con su plan maestro para renovar el Bosque de Chapultepec de la Ciudad de México. Es un proyecto en curso, no exento de polémica, del que podrán hacerse valoraciones una vez que culmine. Lo cierto es que su anterior exposición en el país, en la galería Kurimanzutto, fue una resonante intervención en la Semana del Arte de 2017: el discutido y (para muchos) irritante Oroxxo. Han tenido que pasar siete años para que el artista mexicano vuelva a presentar una exposición individual, esta vez consistente en dibujos, pinturas y esculturas.
Los trabajos que se exhiben en Kurimanzutto hasta el 27 de abril pueden entenderse como parte del itinerario vital del artista, que divide su tiempo entre Tokio, Nueva York, Ciudad de México y París. Diario de plantas, por ejemplo, es un conjunto de libretas con bocetos e impresiones realizado inicialmente en la capital japonesa durante la pandemia de covid-19. Creado con gouache, tempera, tinta y grafito, este registro del crecimiento orgánico se extendió a Acapulco y la urbe en la que ahora se expone.
Las esculturas de Gabriel Orozco, por su parte, son piezas de piedra tallada que remiten a obras anteriores del artista, en las que persigue el encuentro entre lo geométrico y los materiales. La serie Dés (dados, en francés), que comenzó en una estancia en Bali, muestra círculos, órbitas y curvas tallados en cubos de 30 x 30 centímetros de tezontle rojo y mármol blanco mexicanos. Piedras excavadas a través de trazos, en variaciones que otorgan a cada objeto un carácter particular.
De los muros de la galería cuelgan, además del Diario de plantas, las pinturas más recientes de Orozco, que apuestan al encuentro entre El hombre de Vitruvio de Da Vinci y la escultura monumental de la Coatlicue. Algo querrá decir esta superposición de la visión renacentista y la prehispánica, del ideal de proporción del cuerpo occidental y las fuerzas de creación y destrucción. Los lienzos de 2 x 2 metros articulan puntos de vista, juegos de escala y modulaciones. Una metáfora pictórica al temple, ensayada en cinco versiones. Una serie anterior, también exhibida, hace del esquema vitruviano una matriz para trabajar con imágenes de animales, plantas y referencias culturales.
Tras sus exposiciones en las galerías Chantal Crousel de París (septiembre-octubre de 2022) y Marian Goodman de Nueva York (mayo-junio de 2023), Gabriel Orozco vuelve a México con un conjunto de obra en la que resuenan el territorio y la cultura del país.