23/11/2024
Arquitectura
Snøhetta: leer bajo los árboles
Como si se tratara de un bosque para refugiarse en busca de serenidad, la recién inaugurada Biblioteca Municipal de Pekín es el espacio de lectura climatizado más grande del mundo. Diseñado por el estudio noruego Snøhetta, que ganó un concurso internacional en 2018 junto a su socio local ECADI, el edificio se sitúa en el distrito de Tongzhou y apuesta a reflejar una visión transformadora de las bibliotecas en la era digital. El proyecto consiguió la tercera estrella GBEL de China, el nivel de sostenibilidad más alto que se puede alcanzar en el país, gracias a su esfuerzo por reducir el uso de carbono.
Snøhetta alcanzó notoriedad internacional con proyectos como la Bibliotheca Alexandrina (1989-2001), que revivió la antigua biblioteca de Alejandría en Egipto; la Ópera y el Ballet Nacionales de Noruega (2000-2008), parte de la revitalización del frente marítimo industrial de Oslo; y el Pabellón del Museo Nacional Conmemorativo del 11 de Septiembre (2004-2014) en el World Trade Center de Nueva York. Su obra más reciente es un centro contemporáneo para el aprendizaje, el intercambio de conocimientos y la interacción social, una biblioteca que forma parte del ambicioso plan urbanístico de Tongzhou.
El diseño de la Biblioteca Municipal de Pekín enfatiza la materialidad del libro y el acto de pasar páginas como experiencia principal. Hay además espacios dedicados a exposiciones, espectáculos, conferencias y restauración de libros antiguos. El núcleo del edificio es un amplio foro de casi 16 metros de altura desde el que se elevan terrazas escalonadas, que siguen curvas suaves y rítmicas y un serpenteante camino central conocido como El Valle, que espejea el curso del vecino río Tonghui. El diseño de estas colinas articula estanterías de libros con asientos de lectura y superficies de estudio.
Las columnas y la cubierta emulan un conjunto de árboles ginkgo que invitan a leer en su sombra. Este principio formal dialoga con la naturaleza circundante, presente en los interiores –un auténtico paisaje– gracias a las extensas fachadas de vidrio. Snøhetta plantea su nuevo proyecto como una defensa de la lectura en soporte físico, sin que ello implique el aislamiento social o dar la espalda a la experiencia digital. Para ello ha creado un espacio estimulante, un nodo cultural cuyas características podrían resultar una atracción para potenciales lectores chinos.