21/11/2024
Artes visuales
Espejos de México (en La Boca)
La obra de cuatro de los artistas contemporáneos mexicanos con mayor proyección internacional compone la exposición Espejos de México, en la Fundación Proa de Buenos Aires. El espacio expositivo de La Boca, uno de los más significativos de Sudamérica, alberga desde el 29 de junio trabajos de gran formato de Julieta Aranda, Abraham Cruzvillegas, Rafael Lozano-Hemmer y Damián Ortega. “Dada la riqueza de propuestas y metodologías, cada artista exhibe piezas emblemáticas a lo largo de las cuatro salas, generando múltiples narrativas”, explica el comunicado del centro de arte.
En la intersección entre estética y política, Julieta Aranda (Ciudad de México, 1975) presenta la instalación Rescatando mi propio cadáver (un conjunto alterno de peldaños para el ascenso a la oscuridad) (2014-2018), que conjunta un traje de vuelo, alambre, impresiones 3D, una cuerda, una papa y video, entre otros elementos, para hilvanar lo que Cuauhtémoc Medina ha definido como “un manifiesto de heterogeneidad en el proyecto cada vez más inalcanzable de inventar algún tipo de futuro”. La cofundadora de e-flux, que este año tendrá una retrospectiva de media carrera en el MUAC, reflexiona sobre el impacto de los avances científicos y tecnológicos en la subjetividad.
“Casi la totalidad de las obras que se presentarán en Fundación Proa han sido realizadas en el sitio, con la ayuda de un equipo local, quien ha provisto los materiales y el apoyo técnico”, explicó Abraham Cruzvillegas (Ciudad de México, 1968) antes de la inauguración de Espejos de México. Además de nuevos “autorretratos” (uno escultórico, central; otro pictórico) de título extenso, el artista ofrece un conjunto de pinturas y dibujos que parecen dialogar con el espacio que las cobija, donde los realizó. Son piezas que dan continuidad a búsquedas de los últimos años.
Rafael Lozano-Hemmer (Ciudad de México, 1967) trae a Buenos Aires un ejemplo de su meditación sobre el inevitable vínculo humano con la tecnología. “La luz me interesa sobre todo a nivel de un contexto urgente, social, estético, práctico, estratégico, empirista, científico; yo entiendo a la luz en principio, como algo sumamente violento”, orienta el artista, presente en la exposición con Matriz de voz (Subescultura 13), de 2011. La instalación se activa cuando el espectador habla a través de un intercomunicador, que hace visible su voz a través de destellos de luz; el programa va acumulando grabaciones y produciendo diversos patrones lumínicos.
En paralelo a su gran retrospectiva mexicana, Pico y elote, Damián Ortega (Ciudad de México, 1967) completa Espejos de México con su Trilogía del Escarabajo (o del vocho), compuesta por la celebérrima escultura Cosmic Thing (2002), el video Moby Dick (2004) y la película Escarabajo (2005), todas duplicadas en el Museo del Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. El Volkswagen sedán enterrado, “domado” en un estacionamiento al ritmo de Led Zeppelin, descompuesto analíticamente en sus partes. Una gran oportunidad para ver en la capital argentina algunos de los trabajos que han hecho de Ortega un referente del arte contemporáneo.
Además del programa público en curso, y de la próxima aparición de un catálogo, Espejos de México incorporará el 10 de agosto Cuando la fe mueve montañas (2002), de Francis Alÿs, un proyecto señero de performance que será presentado en el espacio Proa21 con una extensa documentación de videos, fotografías, bocetos y pinturas.