21/11/2024
Redaccion
De entre las biografías
Alfred Hitchcock es un artista inagotable. En 1978, dos años antes de la muerte del director de cine británico, fue publicada Hitch: The Life and Times of Alfred Hitchcock, biografía autorizada, de John Russell Taylor. Cinco años después, en 1983, apareció Alfred Hitchcock: El lado oscuro de un genio, en el que Donald Spoto reveló al británico como un hombre afectado por su educación católica en un país de mayoría protestante –situación que interpretaron Claude Chabrol y Éric Rohmer durante sus años en Cahiers du Cinéma–, alcohólico, sádico y que luchó duramente por obtener el control de su trabajo creativo. Hitchcock, según el autor, representó su historia personal, la del orden invadido por el caos, en sus películas.
Hace unos días se publicó un nuevo trabajo en el que Peter Ackroyd, biógrafo de Dickens y Eliot, propone un nuevo abordaje. Para Spoto la historia de Hitchcock, que nunca escribió diarios pero sí cada detalle de la realización de sus películas, se encuentra en sus filmes. El nuevo libro plantea de qué forma el creador británico encontró en su trabajo una forma de consuelo a sus horrores y obsesiones, según The Guardian.
Con la gran cantidad de textos escritos sobre Hitchcock, ¿queda algo por decir? Frente a las interpretaciones psicoanalíticas, en las que infancia es destino, están las obras: composiciones que hacen pensar, por ejemplo, en una forma absoluta de dominación: la mezcla de imagen y sonido, algo que Hitchcock advirtió hace más de setenta años.
El martes 14 de abril, en el programa Martes 13 de NOFM (radio por Internet), Hitchcock será discutido por el autor de esta nota y Guillermo Núñez, quien lo conduce.