Andrew Manze (Kent, 1965), solista, director de orquesta y músico de cámara, se convirtió en director de The English Concert en la temporada 2003-2004. Se le reconoce por resucitar con maestría repertorios de principios del siglo XVII. El periódico The Independent lo calificó como “uno de los perfiles contemporáneos más excitantes dentro de la música”.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Jugar con mis hijos: Luigi y Clara. Explorar el bosque o remar a la isla que está en medio del lago cercano al nuestro. Recoger moras y acampar (en el verano). Hacer muñecos de nieve (en el invierno).
¿Qué palabra utilizas con más frecuencia?
¡Bravo! (con Luigi).
¿Cuál fue el último libro que te resultó admirable?
The End of Poverty (2005), de Jeffrey Sachs.
¿Y película?
No tengo televisión ni tiempo para ver películas.
¿Qué disciplinas artísticas te interesan además de la tuya?
La arquitectura, la poesía, la filosofía y la escritura.
¿Qué música te conmueve?
Potencialmente cualquiera con calidad (por ejemplo, nada pop) si la interpretación es buena. Stravinski dirigiendo su Sinfonía de los salmos, Schumann, Chet Baker en los inicios de su carrera, Lester Young al final de la suya, la Misa solemne de Beethoven. Por motivos personales, la Sonata para violín de Stenhammar. Walton, Tippett, la Heroica, Menhuin…
¿Qué te indigna?
El desperdicio (de agua, de electricidad, de talento, de tiempo, de vida).
¿Qué te alegra?
La familia, el campo y escuchar música.
¿Por cuál ciudad sientes debilidad?
No es una ciudad sino un hermoso y secreto lugar de Inglaterra: Dove Dale.
Menciona un momento del día que disfrutes particularmente.
Cuando veo la Luna con Luigi.
¿Cómo descubriste tu vocación?
El dentista me dijo que mis dientes no eran aptos para mis dos primeras opciones de instrumento, oboe y corno. Así que tuve que tocar el violín.
¿Te identificas con algún personaje de la ficción?
¿No somos todos personajes defectuosos de nuestras propias ficciones?
Publicado en La Tempestad 45 (noviembre-diciembre de 2005)