23/11/2024
Artes escénicas
Generador de movimiento
“La danza es lo que me toca, mi capacidad para contactar y establecer relaciones que todo el tiempo me redefinen”, dice en esta charla el coreógrafo canadiense Benoît Lachambre, que presenta ‘Fluid Grounds’ en el Chopo
La conexión entre lo somático y lo artístico es fundamental en la práctica del coreógrafo canadiense Benoît Lachambre, que en 1996 fundó la compañía Par B.L.eux. El artista está interesado en cuestionar el papel que la danza tiene en la sociedad. “¿Qué es la danza antes de ser un producto?”, pregunta Lachambre sentado en la cafetería del Museo Universitario del Chopo, donde estos días presenta su pieza Fluid Grounds, creada en colaboración con Sophie Corriveau, y responde: “En su origen la danza es todo lo que me toca, es mi capacidad para entrar en contacto y de establecer relaciones que todo el tiempo me redefinen”.
La obra (que debutó el año pasado en el festival TransAmérique, que se realiza en Montreal) consiste en el establecimiento de una cartografía teatral que se genera al pegar cinta adhesiva de colores en el piso; el cambio de dirección de los trazos que hacen los intérpretes que participan en la coreografía se debe al movimiento de los espectadores y a un dispositivo de sonido que dinamiza las texturas.
A Lachambre no le preocupa imponer una coreografía sino explorar lo que nos coreografía: “me interesa más el elemento coreográfico que el individuo coreográfico”. ¿A qué se refiere el canadiense? “Lo que cambia mi cuerpo es lo visual, lo sonoro, la presencia, el afecto, el contacto con los performers, pero también con el espectador. Al contrario de la identidad fija, me intriga y exploro la identidad cambiante, la pérdida de la noción de los límites físicos”.
Esto se logra a través del vibrante colorido de las cintas, la creación de patrones sin un orden aparente y la actividad repetitiva que produce un estado de inmersión de carácter fluido, en constante cambio, al que se invita al público. El intercambio entre la convención del rol activo del creador y del rol pasivo del espectador se rompe en el trabajo de Lachambre.
Fluid Grounds –el segundo movimiento de un tríptico que inició con la pieza Lifeguard (2017)– no sucede en un escenario, sino en espacios abiertos del museo; la obra se vale de la viveza de los cuerpos, de sus acciones y del contacto entre las personas para cavilar sobre el valor del espacio como enlace móvil y tangible y el afecto como generador del movimiento.
La obra se presentará hoy y mañana en el Museo del Chopo, de 11:00 a 19:00 horas; la entrada es libre.