28/01/2025
Artes escénicas
Óperas filosóficas
Hannah Arendt y Walter Benjamin, personajes centrales de la filosofía occidental del siglo XX que tuvieron que huir de su natal Alemania durante el periodo nazi, serán recordados en escenarios no tan afines a la filosofía. Por casualidad ambos son protagonistas de dos óperas producidas este año en Alemania: Benjamin y La banalidad del amor.
Con un libreto de Yona Kim y música a cargo de Peter Ruzicka, Benjamin es una ambiciosa ópera basada en los años de exilio que Walter Benjamin vivió previo a suicidarse en España, sin esperanzas de abandonar el continente. Fiel a la desesperación que marcó aquel periodo, Kim y Ruzicka elaboran una atmósfera surreal de angustia y rencor en la cual describen los múltiples encuentros que Benjamin tuvo previo a su muerte: conversaciones sobre marxismo con Bertolt Brecht, discusiones sobre judaísmo con Gershom Scholem y la relación íntima de vivió con su amante Asja Lacis.
Por su lado, La banalidad del amor, de Ella Milch-Sheriff, narra el romance que Hannah Arendt sostuvo con su profesor de filosofía Martin Heidegger. Oponiendo el compromiso político y crítico de Arendt ante la colosal figura de Heidegger, que para entonces ya era miembro del partido Nazi, el libreto de Savyon Liebrecht deja un tanto de lado las especificidades filosóficas para enfocarse en el salón de clases donde Heidegger conoció y sedujo a Arendt.
La temporada de Benjamin fue presentada en la Ópera Estatal de Hamburgo hasta el pasado 16 de junio y regresará en octubre. La banalidad del amor será interpretada hasta el 12 de julio en el Teatro de Regensburg de Ratisbona.