03/12/2024
Artes visuales
Dos exposiciones en el Museo del Chopo
El Museo Universitario del Chopo inaugura dos muestras de artistas mexicanos este sábado 29 de octubre. Se trata de La isla quiere decirme algo, de Eduardo Abaroa, compuesta por escultura, dibujo, pintura, instalación y video, y Exuvia, de Maximiliano Rosiles, que ocupa la galería sur con una instalación. Las exhibiciones ofrecen pretextos suficientes para recorrer los pasillos del famoso edificio de Santa María la Ribera (Ciudad de México), que abre sus puertas de miércoles a domingo de 11:30 a 18:00 horas.
La isla quiere decirme algo
Las obras reunidas en esta muestra son consecuencia de diferentes experiencias relacionadas con el espacio, que no es neutral sino que va cambiando gracias a la acción y la percepción de los seres que lo habitan. Las piezas fueron creadas, en su mayoría, entre 2018 y 2022, un período en el que el trabajo de Eduardo Abaroa estuvo marcado por el encierro pandémico y una residencia artística en el extranjero. La división tripartita de la Galería Rampas sugirió al artista la idea de dividir la exposición en tres campos diferentes:
Confinamiento. Esta sección incluye una colección de dibujos y pinturas realizadas durante una residencia en Wellington, Nueva Zelanda. La intención del artista era viajar por el país para conocer sus paisajes naturales; sin embargo, el mal tiempo y la pandemia lo obligaron a encerrarse en un taller artístico, donde dibujó de manera intensa. El resultado fueron obras sencillas que mezclan diagramas, ademanes repetitivos, signos, caricaturas y letras. Esta inesperada inmersión en el dibujo incluso llevó al artista a colaborar con el pintor José Luis Sánchez Rull, con quien realizó una serie de pinturas en blanco y negro titulada El duro deseo de durar.
Trabajo de campo. Casi al final de su residencia, Abaroa viajó a la isla Kapiti, una de las primeras reservas naturales en el mundo, con una pequeña cámara y un micrófono. Ahí filmó el video La isla quiere decirme algo –con la asesoría de Huhana Smith y el diseño sonoro original de Antonio Fernández Ros–, que se estrena con motivo de esta muestra. El video narra la historia de la isla, de sus seres vivos y de su transformación en reserva natural para reflexionar sobre la conservación, la representación y las implicaciones del registro electrónico compulsivo que la sociedad realiza de los seres vivos y su entorno.
Materiales, señales, registros. En este núcleo hay esculturas y videos que enfatizan la materialidad de los procesos tecnológicos de comunicación. Destacan los materiales inertes, como las señales de tránsito en las calles (con estampas, etiquetas y rayones) o los botones de hule de los controles remotos. Abaroa encuentra afinidad con investigaciones en torno al mundo digital de gente como Jussi Parikka, cuya “geología de los medios” aborda la tensión entre la tecnología humana y los diversos desastres ecológicos de la actualidad.
Exuvia
La instalación está formada por un conjunto de esculturas realizadas con residuos de tela, considerado material “muerto”, que el artista reensambló luego de estudiar los procesos industriales de fabricación de ropa en su ciudad natal, Uriangato, Guanajuato. La obra de Maximiliano Rosiles aborda narrativas guardadas en el inconsciente colectivo de la experiencia mexicoamericana. En palabras del artista: “Creo que la experiencia chicana es una existencia dentro de un estado mental constante de deconstrucción, transformación y curación dentro de la interfaz de la contradicción. Es una práctica de fragmentación, de reconfiguración, de unir lo separado. Es el reflejo de lo que el individuo enfrenta cuando vive en un estado de transición perpetua, dentro de un umbral dual de culturas, ideas, creencias y perspectivas en conflicto”.