Esto se sabe cómo comienza y cómo termina, pero nunca cuánto durará ni qué caminos recorrerá. Ejemplos sobran y sólo hace falta voluntad y abandono. ¿Lo demás? Lo demás es un regalo y quizás, sólo quizás, la cuenta de referencia sean tres tiempos antes de comenzar.
I
Hace muchos años alguien escuchó el free jazz y la música improvisada de Chicago y dijo: “¡Ey, ese saxo suena desafinado!”. El baterista, sin dejar de destrozar el tempo, encaramado sobre una batería, respondió al aire: “Tu oído es el que está desafinado, esto suena perfecto”. Ejemplos sobran y sólo hace falta voluntad y abandono… el futuro se escribe en papel de estraza y con lápiz.
II
Recursividad y ciclos, tal vez incoherencia, pero nunca repetición en forma. O en la forma que lo esperas. Esta ciudad es un caos… Chicago también. Y el río en el que yo me baño no es el mismo de ayer. Ejemplos sobran y sólo hace falta voluntad: Matana Roberts, Anthony Braxton, Roscoe Mitchell, Malachi Favors… Históricamente, la escuela de Chicago ha sido un pilar en la tradición musical de América. Décadas, tabiques y un color sólido de identidad sobre la espalda y las mejillas dan cuenta de ello.
No es jazz, nunca se trata del jazz realmente, incluso esa rasquiña de mote que le endilgan, el free, vive en la casa junto a nuestro perro viejo y orejón, pero en el Chicago de mañana hay mucho hoy despepitándose por el barranco, un diálogo inconexo con el mundo… uno muy sordo y desafinado.
III
Ejemplos sobran, pero los sólidos no abundan. Hay que escucharlo para descreerlo, y hay que escapar a toda prisa para saber qué no se está entendiendo. El mundo está padeciendo, vibra. Y, como dijo el poeta, cruje, cuando tú te alejas.
¿Quieres un ejemplo de esos que te cuento? Pon atención y créelo, porque sólo dura unos instantes para luego desaparecer. Este fin de semana aterriza en la Ciudad de México Elastic Arts: An Improvised Music Exchange Between Mexico City and Chicago, proyecto de intercambio artístico entre Chicago y la Ciudad de México promovido por la MacArthur Foundation, en coalición con otras instancias e iniciativas independientes como la misma Elastic Arts, Harmonipan, No Idea Festival, Flotar, el Centro Cultural de España en México y Casa Niza.
Se trata de una selección de ocho reconocidos artistas estadounidenses (Angel Bat Dawid, Isaiah Collier, Katie Ernst, Paul Giallorenzo, Lia Kohl, Ben Lamar Gay, Jason Stein, Adam Zanolini) y ocho locales (Natalia Pérez Turner, Arturo Báez, Remi Álvarez, Rogelio Sosa, Gibrán Andrade, Amanda Irarrazabal, Alfonso Muñoz, Gustavo Nandayapa) que detonarán un diálogo único dentro de las artes. La primera parte del intercambio se llevará a cabo en la Ciudad de México este 13 y 14 de marzo, en el Centro Cultural de España; y el 15 de marzo en Casa Niza. La segunda entrega, se llevará a cabo en septiembre del 2020 en la ciudad de Chicago y tendrá como sede a Elastic Arts.
Voces del festival
“Chicago es una ciudad con una enorme tradición en la música improvisada, cuando pienso en ella, resuena por supuesto en mi cabeza la música de Braxton, Threadgill, del Art Ensemble de Chicago, pero también la de Fred Londberg-Holm y Tomeka Reid, por ejemplo, chelistas ambos, de generaciones más cercanas a la mía, y, de manera más cercana aún, la de Jacob Wick, que radica en México y me parece un músico muy interesante. Así que este encuentro con un grupo tan variado de músicos, tanto por los que vienen de fuera como los locales me llena de emoción, de interés por escuchar y tocar, de curiosidad. Si bien creo que la música improvisada en México vive un buen momento, hay muchos músicos haciendo cosas interesantes y diferentes; las visitas de músicos de fuera aportan al tejido y traen aires nuevos. En un mundo globalizado donde a la vez los nacionalismos reviven con fuerza, hacer este tipo de encuentros donde las diferencias enriquecen, es una maravilla. La música improvisada ha ido creciendo con su público, y cada vez hay más gente interesada en lo que pasa en esta escena, que ha desarrollado gustos e intereses. No creo que exista una manera de acercarse a este tipo de música, sino que cada quien será guiado por sus gustos y prejuicios. Fijarse en la vitalidad o en la sutileza, en la riqueza de un solo sonido o en la explosión de un montón de ellos, en cómo la música se transforma, respira, se mueve, se contorsiona, baila, nos observa como un espejo; cada quien encontrará algo que le hable, siempre y cuando esté dispuesto a escuchar”. –Natalia Pérez Turner, chelista.
“Pienso mucho en la gente fuera del jazz que puede llegar a vernos, cómo puede entrar y sensibilizarse con esta música. Ver esta música en vivo es un buen plato principal porque le permite a uno experimentar los aspectos físicos y sensuales de la música, y su creación, mucho más directamente. Además, todos tenemos mucha música en línea y el público puede acceder fácilmente a lo que generalmente hacemos, como individuos y también podemos darnos una idea de lo que estamos tratando de hacer aquí colectivamente, en un espíritu de colaboración e improvisación. Tengo muchas ganas de conocer y trabajar con los músicos que operan en la escena de la música creativa contemporánea de la Ciudad de México. Espero y planeo compartir nuestra música y escuchar nuevos sonidos, aprender y comprometerme con nuevas ideas y procesos para improvisar dentro de composiciones y estructuras arregladas. México, como Estados Unidos, es el nuevo mundo y su música es una mezcla de muchos estilos, tanto autóctonos como extranjeros”. –Paul Giallorenzo, pianista, intérprete de sintetizador y recursos electrónicos.
“Intentamos seleccionar músicos de Chicago que estaban en casa como improvisadores para poder adaptarnos a entornos desconocidos que encontramos en México. También seleccionamos músicos que trabajan juntos con frecuencia para reflejar adecuadamente el carácter de la escena en Chicago, que a diferencia de otras escenas en las que las exigencias del mercado de grabación y entretenimiento a menudo conducen a colaboraciones musicales que son fugaces y episódicas, la escena de Chicago se caracteriza por detonar relaciones creativas de larga duración que se desarrollan a lo largo de los años, en un lenguaje compartido y de una familiaridad íntima. Así que queríamos traer algo de esa cercanía a la Ciudad de México”. –Adam Zanolini, director ejecutivo de Elastic Arts y músico participante.
Consulta el programa completo para Elastic Arts. La entrada a todos los eventos es gratuita.