21/11/2024
Eventos
FRANCESO CARERI
Ayer el arquitecto y urbanista Franceso Careri ofreció una conferencia en el Teatro Carlos Lazo de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Su propuesta, titulada El detenerse como experiencia estética, giró en torno a los discursos ideológicos que las ciudades pueden contener. Careri atacó directamente el problema de la creación de un «otro clandestino» en los espacios urbanos refiriéndose, específicamente, al desplazamiento sistemático de los gitanos en Italia. La manera en la que Careri aborda el problema es a través del arte y no de la arquitectura. El romano expuso una serie de acciones performáticas que realizó durante la década de los noventa, cuyo propósito fue resignificar la vivienda como derecho humano y la entrega de un territorio identitario a las poblaciones marginales.
Es aquí donde el discurso de Careri se torna problemático. Repetidas veces comunicó su desacuerdo a los alumnos de la facultad con los marcos metodológicos de la antropología, la sociología y de la misma disciplina arquitectónica. Para él, la inmersión –esto es, el acto concreto de caminar– en las ciudades es fundamental para su comprensión, y propone a la acción estética como un instrumento que puede alterar los espacios. Si observamos a Careri como un artista, podemos encontrar que su trabajo abre una serie de cuestionamientos sobre el asunto urbano, como es la división de clases, la economía del capitalismo y la infraestructura social urbana. Pero, ¿se puede tratar de una forma llanamente estética –de experiencia sensual– asuntos que requieren de una responsabilidad mayor? Durante la sesión de preguntas y respuestas, Careri negó responder dudas concretas de los alumnos sobre el problema que representa la arquitectura en un nivel social y económico. ¿Por qué la teoría urbanística, con todas sus cifras y gráficas, no puede enriquecer la práctica estética? ¿Por qué, tampoco, puede dar soluciones a corto plazo? Careri posee un vocabulario en el que aparecen términos como «democracia», «el capital» y «la historia de las naciones». Podría resultar peligroso darle salida con la estética a problemas que son políticos.