El año que termina ha significado, para Ibero 90.9, un espacio de reflexión a dos décadas de su primera emisión pública. La mirada retrospectiva ha permitido celebrar a la vez crítica y festivamente, a través de programas especiales, mesas de discusión y hasta un concierto, en octubre, con Lucía Tacchetti, Tonga Conga y Wet Baes. Esto último recuerda la vocación primaria de la estación: la difusión de músicas alternativas del campo popular, inicialmente anglosajonas y, con los años, de diversas latitudes, especialmente los países de habla hispana.
Ibero 90.9 recibe su 20 aniversario como una radio alternativa antes que universitaria, si bien lo es, técnicamente, al tratarse de un proyecto cobijado por la Universidad Iberoamericana. Ha acompañado a cuando menos dos generaciones de escuchas capitalinos no sólo con música sino también con programas de discusión alrededor de temas culturales, políticos y académicos. Sofía Garfias, jefa de contenidos hablados de la estación, plantea: “Hacer radio en una universidad es un reto importante, porque somos una especie de bisagra, nuestro trabajo es volver sonoramente interesante lo que se produce en las áreas de investigación. Pienso la estación como un espacio que atrae lo que sucede en la ciudad hacia el interior de la universidad y que es al mismo tiempo un prisma que refleja hacia afuera lo que sucede en la universidad”.
“Pienso la estación como un espacio que atrae lo que sucede en la ciudad hacia el interior de la universidad y que es al mismo tiempo un prisma que refleja hacia afuera lo que sucede en la universidad”: Sofía Garfias.
La frecuencia radial recibió el aniversario con un ánimo renovador. La oferta en FM incluye muchas voces de mujeres –Natalia Mandujano, en dupla con Aldebarán Abraján, en Vórtice; Brenda Camacho en Impala; Ana Valencia en Selector radio; Daniela Lagarza en Tracker; Sara Belén, Sam de Villa, Karla Chavolla y Ana Cris Castellanos en los turnos en vivo–, pero además hay una apuesta creciente por los podcasts, como Segundo aire, con entrevistas a artistas de diversas disciplinas, y Control de cambios, de conversaciones con colaboradores de la revista Nexos alrededor de temas coyunturales. “Entendemos la era del streaming y de los contenidos personalizados”, comenta Sofía Garfias, que, como estudiante, participó en los inicios de la estación.
Ibero 90.9 es pensada, hoy, en los términos de una revista con distintos canales: la estación, los podcasts y la página web, que gradualmente irá contando con contenidos escritos de mayor calado. Pero es, en esencia, un espacio para la formación de comunicadores. Julia Palacios, investigadora de la música rock y colaboradora de la estación desde sus inicios, explica: “Tenemos tanto profesores como estudiantes que están haciendo prácticas profesionales, además de voluntarios. Reciben capacitación y se van ubicando en distintos programas, donde descubren sus talentos. Somos un semillero: mucha gente que trabaja en otros medios comenzó aquí”.
La orientación del proyecto ha tenido que ver lo mismo con las inquietudes de quienes lo encabezan –Ricardo López Cordero es el actual director– que con el perfil de los colaboradores. En ese sentido, ¿qué incluye el arco sonoro de la estación, además de rock y pop? Palacios: “Tenemos programas de música de concierto (Clásica para desmañanarse), pero la presencia de otros géneros depende de contar con las personas indicadas. De mi programa Obladi oblada han salido hijos, por ejemplo Scratchamama, que fue el primero dedicado al hip hop”.
La celebración de los 20 años de Ibero 90.9 tendrá como culminación un libro, publicado por la editorial universitaria. “Será un repaso histórico por los programas de la estación, de los que elegimos 80. Estará lleno de memorabilia, con un diseño muy interesante, lúdico”, adelanta Julia Palacios. Se trata de mostrar el ánimo experimental de la estación, que la distingue de las propuestas comerciales. Pero mirar hacia atrás abre preguntas sobre lo que se vislumbra. ¿Qué retos enfrenta al proyecto?
La celebración de los 20 años de Ibero 90.9 tendrá como culminación un libro. “Será un repaso histórico por los programas de la estación, de los que elegimos 80”, adelanta Julia Palacios.
“El reto son las audiencias”, comenta Garfias. “Notamos que en muchos casos la misma gente nos ha acompañado estos 20 años. Nos ha costado captar al público más joven, incluyendo alumnos de la Universidad Iberoamericana, porque están acostumbrados a otros formatos: redes sociales, contenidos bajo demanda, etc.”. El interrogante de todos los medios tradicionales, en una cultura que ha hecho de los espectadores también productores. Lo cierto es que Ibero 90.9 comienza su tercera década de vida como una referencia para los interesados en la música y en otras expresiones artísticas, con coberturas de los principales festivales y eventos culturales.
La estación universitaria ha tenido un papel importante en la formación de una escena musical alternativa en la Ciudad de México, y su vocación de apertura la mantiene vigente. Ibero 90.9 es desde hace tiempo una de las frecuencias ineludibles del paisaje radial.