16 de agosto de 2017

La Tempestad

También las artes cambian al mundo

12/04/2025

Literatura

José Eugenio Sánchez: contra la hipocresía

Una conversación con el poeta mexicano a propósito de su libro más reciente, ‘Un incesante caer de estrellas en la nada’ (Vaso Roto)

Teresa Martínez | viernes, 11 de abril de 2025

José Eugenio Sánchez. Cortesía de Vaso Roto

A lo largo de su trayectoria José Eugenio Sánchez (Guadalajara, 1965) se ha distinguido como una voz irreverente de la poesía mexicana. Con un lenguaje alejado de lo críptico, con influencias musicales y de los beats, su obra explora temas como la hipocresía y el abuso del poder, la incertidumbre y la muerte. Editado por Vaso Roto en 2024, el poemario Un incesante caer de estrellas en la nada ahonda en las hendiduras de la experiencia humana: las apariencias, la codicia, la violencia, el deseo o la ternura. Es una de sus obras más íntimas y conmovedoras.

Si en obras anteriores –como Physical Graffiti (Visor, 1996), La felicidad de una pistola caliente (Visor, 2004) o Galaxy Limited Café (Almadía, 2011)– predomina la mirada exterior y la tercera persona, en Un incesante caer de estrellas en la nada se percibe un tono introspectivo, incluso cuando aborda temas sociales: “Se ha puesto de moda la poesía confesional. Me llamó la atención porque siento que toda la poesía es confesional, pero entendí que el poeta era el protagonista para contar lo que había y empecé a tomar ese recurso”, explica.

“Ahora sí me pongo de excusa”, añade, “pero para eso tienes que ponerte lo más humano posible. Ahí es donde se me ocurre otro reto literario: tratar la honestidad en los grados más pulcros. Tampoco hay que tenerle miedo a ser tan feo. Mi idea era exponer la podredumbre, la miseria humana, el ser vivo que va a morir independientemente del esfuerzo que haga”. En uno de los poemas puede leerse: “al parecer morir duele / al principio hay una sensación de agobio / tristeza / incertidumbre o miedo: siempre se cede / porque no hay opción / y duele / quizá porque en su afán de destruirse y liberarse / la identidad se disuelve / y te enteras que el dolor acabará junto contigo”.

José Eugenio Sánchez

Algo de sabiduría oriental se ha infiltrado en su voz, porque para los chinos o los indios “los animales son las formas posibles de nuestras siguientes vidas”. Un poema reflexiona sobre la humanidad y el limbo: “al morir: uno se tira al vacío / dicen que en alguna parte del vuelo (o la caída) / hay una vaca pastando contenta / si uno se agarra de su cola / con una sacudida nos arrojará a la siguiente vida”. Antes de terminar su anterior libro, Jack Boner and The Rebellion (Almadía, 2014), José Eugenio Sánchez ya se había acercado a las culturas orientales, pues poetas beat como Jack Kerouac o Allen Ginsberg se inclinaban a lo místico.

“Los chinos y los rusos son muy directos, porque según su dogma literario tienen que escribir para todas las personas que sepan leer. El lenguaje tiene que ser claro y llano, y que cada quien lo interprete. Me gusta esa simpleza.”

“Damos muchas puertas a las cosas, hablamos con falsedades, dando una apariencia, y no decimos las cosas tal cual”, expresa el miembro de la banda Un País Cayendo a Pedazos, que formó junto al músico Enrique Camacho para llevar poesía a los conciertos. “Los chinos y los rusos son muy directos, porque según su dogma literario tienen que escribir para todas las personas que sepan leer. El lenguaje tiene que ser claro y llano, y que cada quien lo interprete. Me gusta esa simpleza”.

Sánchez había eludido el tema de la muerte en su libro anterior. En el nuevo poemario el punto de partida fue la pérdida de información del disco duro de su computadora: reescribió algunos textos, otros los recuperó “como un incesante caer de estrellas en la nada”. En el transcurso de la escritura uno de sus amigos más cercanos fue diagnosticado con cáncer; lo acompañó en sus últimos días: “Tuve una proximidad con la enfermedad sin estar enfermo, una proximidad con la muerte sin estar yo en estas circunstancias”.

Otra perspectiva de la muerte proviene de la violencia. Cadáveres empaquetados, la búsqueda de alguien que no llega, un cuerpo golpeado como almohada “para estar bien rica antes de dormir”. “Los temas de la violencia (o la muerte) surgen no porque tenga planeado escribirlos, sino porque son cosas que me abruman: que se mueran tus amigos, que secuestren a sus familiares, que extorsionen a gente que conoces; porque nos pasó a todos”, plantea el poeta radicado en Monterrey. “Quería hablar sobre cómo nos afecta directamente la violencia, y de otra manera de la violencia, porque como mexicanos estamos muy acostumbrados a evadir las palabras precisas para decir cosas”.

“Los temas de la violencia (o la muerte) surgen no porque tenga planeado escribirlos, sino porque son cosas que me abruman: que se mueran tus amigos, que secuestren a sus familiares, que extorsionen a gente que conoces; porque nos pasó a todos.”

Cada poema de Un incesante caer de estrellas en la nada tiene una nota al pie con referencias a libros que no existen. “En el libro estoy planteando, sin querer, que el ser humano se está acercando a la extinción. Hay cuestiones ambientales y ecológicas del proceso normal de deterioro del cuerpo. Tengo la teoría de que lo único que va a quedar son los libros. Quiero hacer algo así como una biblioteca fantástica donde se narra la extinción de la humanidad; también creo que como generación literaria, que incluye a Han Kang, estamos siendo testigos del exterminio de la humanidad”.

En el poema “schwein ohne vaterland” (cerdos sin patria) se repiten los versos: “pero una serie de decisiones desafortunadas del nuevo líder / los llevaron al fracaso / y poco después inició la revuelta”. No solo en el poema, sino en la historia. “Estaba en Berlín y había una persona vendiendo restos del muro. Pensé: ¿y si los mismos que hicieron el muro se lo venden a los que fueron reprimidos?, ¿y si juntan los pedacitos y lo vuelven a hacer? Pensé también en los golpes de Estado, en la historia de Chile, la de México, ¡es la misma historia! Lo que sucede con un partido o con otro es una reiteración, no importa qué bandera traiga, es exactamente lo mismo, aunque lo hagan otros. Es el humano traicionándose a sí mismo”.

Para José Eugenio Sánchez la poesía es punto de partida, posibilidad infinita, peligro y provocación. Como él mismo escribe: “la poesía también es la flama que sobrevive en los últimos instantes del fuego”.

Comentarios

Notas relacionadas

Literatura

El lenguaje de las barricadas

Tres textos de uno de los grandes poetas británicos contemporáneos, Sean Bonney (1969-2019), en traducción de Hugo García Manríquez

martes, 23 de marzo de 2021

Literatura

PAUL AUSTER AL FRENTE DE LA PEN

En 2018, el escritor Paul Auster tomará el liderazgo de la organización PEN America, la asociación de editores y escritores norteamericanos. Auster, quien ya había formado parte del organismo como secretario y vicepresidente, asume la presidencia tras el triunfo presidencial de Donald Trump: «No se si podría seguir viviendo con mi conciencia si no aceptaba […]

lunes, 23 de enero de 2017

Literatura

Mario Levrero: irrumpir y reanudar

A diez años de la edición íntegra de ‘Irrupciones’, su colección de artículos de prensa, la figura del uruguayo no deja de crecer

viernes, 25 de agosto de 2017

Optimized with PageSpeed Ninja