11/12/2024
Artes visuales
Coordenadas de Julieta Aranda
Hace tiempo que la práctica de Julieta Aranda (Ciudad de México, 1975) es considerada una de las más rigurosas e imaginativas del arte contemporáneo (fue la primera artista del año en nuestro Presente de las artes en México, en 2012), pero su presencia en museos y galerías del país ha sido más bien escasa, dado que sus campos de acción son sobre todo las ciudades de Berlín y Nueva York. En ese sentido Coordenadas claras para nuestra confusión, la revisión de su trayectoria recientemente inaugurada en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), es una oportunidad inmejorable para conocer el trabajo de la coeditora de e-flux.
La curadora de la muestra, Alejandra Labastida, describe así el trabajo de la artista conceptual: “A veces imagino la práctica de Aranda como un performance houdinesco vitalicio para escapar de las trampas que ha interiorizado como miembro de la especie humana y su modus operandi similar al de las arañas: lee el ecosistema que la rodea y traduce la información que recibe en una compleja estructura que ocupa el espacio”. La exposición se concentra en las investigaciones de la artista sobre el tiempo y las dificultades humanas para domesticarlo.
Coordenadas claras para nuestra confusión se compone de “esculturas sistémicas”, instalaciones que recurren a medios diversos de acuerdo a la idea rectora de cada proyecto. Pero lo que el conjunto permite atestiguar es una reflexión sostenida, en la que cada obra aporta una nueva dimensión. Así, las salas 7 y 8 del MUAC albergan desde la inaugural ¡No tuviste un 9 de mayo! (2009-2015), que explora la arbitrariedad de la línea internacional del tiempo, hasta la serie Rescatando mi propio cadáver (Un conjunto alterno de peldaños de apoyo para un ascenso a la oscuridad) (2014-2024), cuyas cuatro partes pueden verse juntas por primera vez.
“En la práctica de Julieta Aranda el tiempo es tanto territorial como temporal: el tiempo como frontera, el tiempo como designación del final de un estado del ser o de una función y del comienzo de otra. En particular, el tiempo resulta un marcador del límite del poder y del potencial de diversas formas de presunta libertad”, escribe Liam Gillick. Esta idea puede certificarse en la escultura A medida que el suelo queda expuesto (2016), dispuesta en un patio del museo, así como en El tiempo dirá… (Un guion ilegible tiene lugar y luego se destruye a sí mismo) (2020-2024), en la terraza, una escultura viva que alude a los restos de una ballena.
El tiempo personal, biológico, científico, geopolítico, económico, filosófico o literario se expresa en las obras de la artista mexicana, proyectos que se despliegan durante años y, en algunos casos, permanecen abiertos. Es el caso de Tiempo/Banco, instalación en coautoría con Anton Vidokle, que se presenta como parte de Coordenadas claras para nuestra confusión en la biblioteca del Goethe-Institut Mexiko. A decir de Alejandra Labastida, en este trabajo Aranda “movió su investigación al reino de nuestros intercambios económicos y la posibilidad de infiltrarlo con un tráfico regido por el goce”. Cientos de usuarios depositan su tiempo y lo canjean por servicios, en esta microeconomía donde la moneda es el tiempo.
La retrospectiva de Julieta Aranda podrá visitarse en el Museo Universitario Arte Contemporáneo, en el Centro Cultural Universitario de la UNAM, Ciudad de México, hasta el 11 de mayo de 2025. Los interesados deben tener en cuenta que el recinto estará cerrado por vacaciones del 11 de diciembre al 7 de enero.