16 de agosto de 2017

La Tempestad

También las artes cambian al mundo

23/11/2024

Artes visuales

…y luego se tornará resquicio

Traemos aquí la pieza virtual de la exposición de Luis Felipe Ortega en el Museo Amparo, acompañada con un texto de Ricardo Pineda

Luis Felipe Ortega | jueves, 19 de mayo de 2022

Imagen de la pieza virtual 'E logo se tornará resquício de um presente tomado abruptamente' (2021), de Luis Felipe Ortega

Como la idea de que el sonido nunca alcanza su plenitud, la percepción de la inmovilidad, el tiempo y los límites (el espacio, la mirada, el cuerpo mismo) se acoge a un sentido perenne de inestabilidad y ambigüedad en constante relación. Invita a una búsqueda, a una experiencia abierta en la que las apariencias dan paso a cierta luz. Una luz que revela también la artificialidad de lo que pensamos como certezas.

Perteneciente a la exposición …Y luego se tornará resquicio comisionada por el Museo Amparo de Puebla y curada por Daniel Montero, la pieza virtual titulada E logo se tornará resquício de um presente tomado abruptamente (nombre en portugués original desprendido de un poema del músico y poeta brasileño Arnaldo Antunes) del artista mexicano Luis Felipe Ortega (1966), aborda la relación de los cuerpos y los objetos con el espacio y el tiempo que les compete, así como con el sonido que los acompaña, desde una mirada absurda aunque dramática, apoyada en el teatro de Samuel Beckett, figura recurrente en la obra de Ortega.

Derivada de la reciente experiencia de confinamiento, la cual puso en pausa el montaje físico de la exposición misma, E logo se tornará resquício de um presente tomado abruptamente es una pieza virtual puesta a disposición del público, la cual reflexiona sobre las posibilidades de interacción en un periodo de crisis, tiempos aparentemente oscuros, pantanosos e inamovibles.

Registrada en un video de 21 minutos de duración, la obra en cuestión nos muestra la interacción ralentizada de los cuerpos frente a los objetos, los cuales se plantean desde la suspensión y el desconcierto, refiriendo en buena medida a la indagación constante que Luis Felipe Ortega ha abordado sobre la idea de horizonte, terreno que ha detonado reflexiones y planteamientos tan longevos como complejos en el devenir del ser humano.

En entrevista para La Tempestad, Ortega detalla que el horizonte, idea que a su vez atraviesa también la exposición …Y luego se tornará resquicio como un juego que el mismo espectador activa y se plantea “desde lo que ves hacia lo que no ves. Hay una experiencia con relación a la pieza que está apelando, como el horizonte, a una movilidad tanto física como mental. Si tú te quieres quedar en el plano que ves, no te mueves y no caminas, pero digamos que la obra está planteada, y a su vez complejizada, para permitir distintos modelos de movilidad e intuir que había algo que no está del todo predeterminado para que lo puedas consumir, sino que tú lo tienes que producir”, detalla el artista.

Imposibilidad, cercanía y lejanía; oscilaciones movedizas para los tiempos de muerte. E logo se tornará resquício de um presente tomado abruptamente incorpora en buena medida desde el soporte y posibilidad de las reflexiones de Beckett –figura que para Ortega resulta más vigente y pertinente en tiempos actuales– una de las preocupaciones de Luis Felipe Ortega en el arte, que es el recuperar el sentido de extrañeza y desconcierto, el no saber como una multiplicidad de posibles entradas y salidas para la reflexión y la generación de ideas, cualquier cosa que signifique eso. “Y que no me parece menor, porque tú puedes intuir que hay algo ahí, que no sabes exactamente qué es. Hay una extrañeza y desorientación […]. El arte también tiene la función de desorientar y mucho de lo que yo hago tiene la finalidad de desorientar el terreno cotidiano”, precisa el artista.

…y luego se tornará resquicio es una exposición que aborda los últimos 15 años de trabajo de Luis Felipe Ortega, conformada por esculturas ex profeso, dibujos, videos, fotografías, pinturas y objetos, y seguirá expuesta hasta el 23 de mayo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Parte de la exposición …y luego se tornará resquicio, comisionada por el Museo Amparo de Puebla y curada por Daniel Montero, la pieza virtual E logo se tornará resquício de um presente tomado abruptamente (título original en portugués, desprendido de un poema del brasileño Arnaldo Antunes) de Luis Felipe Ortega (Ciudad de México, 1966) aborda la relación de los cuerpos y los objetos con el espacio y el tiempo que les compete, así como con el sonido que los acompaña. Una mirada a la vez absurda y dramática apoyada en el teatro de Samuel Beckett, figura recurrente en la obra de Ortega.

Derivada de la reciente experiencia de confinamiento, que puso en pausa el montaje físico de la exposición, E logo se tornará resquício de um presente tomado abruptamente reflexiona sobre las posibilidades de interacción en un período de crisis, en tiempos aparentemente oscuros, pantanosos e inamovibles. Realizada en video, con 21 minutos de duración, la pieza virtual da continuidad a la indagación de Ortega sobre la idea de horizonte.

En entrevista para La Tempestad, Ortega detalla el horizonte, noción que atraviesa la exposición, como un juego que el espectador activa y se plantea “desde lo que ves hacia lo que no ves. Hay una experiencia con relación a la pieza que está apelando, como el horizonte, a una movilidad tanto física como mental. Si tú te quieres quedar en el plano que ves, no te mueves y no caminas, pero digamos que la obra está planteada, y a su vez complejizada, para permitir distintos modelos de movilidad e intuir que había algo que no está del todo predeterminado para que lo puedas consumir, sino que tú lo tienes que producir”.

Imposibilidad, cercanía y lejanía; oscilaciones movedizas para tiempos de muerte. E logo se tornará resquício de um presente tomado abruptamente incorpora una de las preocupaciones de Ortega como artista: recuperar el sentido de extrañeza y desconcierto, el no-saber como multiplicidad de entradas y salidas para la reflexión y la generación de ideas. “Y que no me parece menor, porque tú puedes intuir que hay algo ahí, que no sabes exactamente qué es. Hay una extrañeza y desorientación […]. El arte también tiene la función de desorientar y mucho de lo que yo hago tiene la finalidad de desorientar el terreno cotidiano”, precisa.

La exposición …y luego se tornará resquicio aborda los últimos 15 años de trabajo de Luis Felipe Ortega, y se conforma de esculturas ex profeso, dibujos, videos, fotografías, pinturas y objetos. Estará abierta al público hasta el 23 de mayo.

– Ricardo Pineda

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