03/12/2024
Arquitectura
Un museo africano
Después de 52 años de haber sido propuesto, Senegal abre las puertas del Museo de Civilizaciones Negras, que ha sido descrito como el más grande en su género, en Dakar. Con una superficie de catorce mil metros cuadrados y con capacidad para albergar dieciocho mil piezas de arte, el propósito del recinto es preservar los valores de la cultura y presentar África al resto del mundo.
La idea para la construcción del museo se debe a Leopold Sedar Senghor , ex presidente de la República de Senegal, quien propuso el proyecto en 1966 durante un festival mundial de artistas negros en Dakar. Gracias a la donación del gobierno de China, que asciende a los 34 millones de dólares, pudo concretarse el proyecto.
El diseño del museo fue realizado por el Instituto de Arquitectura de Beijing y los trabajos de construcción estuvieron a cargo de Shanghai Construction Group.
La muestra inaugural es Las civilizaciones africanas: la creación continua de la humanidad, en donde los visitantes viajarán del Neolítico a la multiplicidad de culturas africanas, a través de la Edad del Hierro, para comprender las contribuciones de África al patrimonio científico y técnico. Mediante una escenografía moderna, se podrá apreciar un diálogo entre pinturas, esculturas, máscaras y algunas obras maestras, entre las que destaca la obra de Abdoulaye Konaté, una de las principales figuras de las artes plásticas de Malí, así como un baobab monumental de 112 metros de altura hecho por un representante haitiano de la diáspora.
Simultáneamente, dado que el espacio podría exhibir obras que pertenecen a Francia desde el periodo de la colonización, el ministro de cultura de Senegal ha pedido la restitución de todas las obras de arte senegalesas, que se encuentran dispersas por todo el mundo, especialmente en museos británicos y franceses. Al respecto, Emmanuel Macron, presidente de Francia, anunció que su país devolverá 26 artefactos tomados de Benin en 1892. Los tronos y estatuas, que actualmente se exhiben en el museo Quai Branly en París, fueron tomados durante una guerra colonial contra el entonces Reino de Dahomey.