21/11/2024
Artes visuales
Pensamiento mestizo
Actualmente el MARCO de Monterrey presenta ‘Punto de partida’, muestra que explora cruces de pensamiento a partir de obras de la Colección Isabel y Agustín Coppel; aquí, Patrick Charpenel y Magnolia de la Garza, curadores, detallan el abordaje de la exposición
Con obras de creadores tan disímiles como Cindy Sherman, Bruce Nauman, Leonor Antunes, Abraham Cruzvillegas y Superflex, entre muchos otros, Punto de partida se plantea como una revisión del pensamiento mestizo; la muestra, que se presenta en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), se nutre de la Colección Isabel y Agustín Coppel (CIAC) y da cuenta de que “la pureza no existe, toda materia y estructura se conforma de una totalidad de partes estratégicamente relacionadas entre sí, esto implica que hay que relacionar y mezclar elementos para definir la naturaleza de una determinada cosa”, asegura Patrick Charpenel a La Tempestad, que junto a Magnolia de la Garza funge como curador de la exhibición.
En la primera parte de la exposición (que se divide en cinco núcleos: “Territorio”, “Identidad”, “Economía”, “Pedagogía” y “Comunidad”) el espectador se encuentra con una pieza de Leonor Antunes, se trata de Discrepancias con X (2013); con esta obra la portuguesa vincula el movimiento moderno con el trabajo artesanal, partiendo de la figura de la diseñadora Clara Porset; se trata de una retícula de madera que pende del techo y que sirve de base a la escultura; la plasticidad de las cuerdas de algodón trenzadas en un telar, correas de cuero y sogas anudadas –que también cuelgan– se contraponen a su rígido soporte. “Cuando pensamos en el mestizaje, no quisimos abordarlo desde una cuestión racial o cultural, sino como una forma de pensamiento”, acota De la Garza, “como una manera de concebir al mundo desde preceptos que no son absolutos o cerrados, sino que implican múltiples perspectivas”. A unos pasos de la obra de Antunes, un ensamble de madera del argentino Tomás Saraceno, se trata de un móvil que recuerda las celdas de un panal de abejas.
El interés por las estructuras no sólo es matérico, también hay aproximaciones como las de Cindy Sherman: Untitled Film Stills es un conjunto de fotografías en blanco y negro realizadas en los setenta donde la estadounidense (siempre aficionada a disfrazarse) posa en diferentes roles femeninos y masculinos, inspirados en las películas de Hollywood de los cincuenta y sesenta. La diversidad es amplia en Punto de partida, que también presenta obras de Michelangelo Pistoletto (un gran espejo en el que el espectador observa su reflejo al lado de la representación de un hombre que da la espalda) y Bruce Nauman, de quien se puede ver Doble dedo en el ojo II (1985), una pieza en neón que alude a los sistemas de comunicación.
“Monterrey es la ciudad industrial por excelencia y nos parece interesante activar estas variables precisamente aquí”, dice Charpenel
Uno de los núcleos más potentes de la muestra es el dedicado a la economía. “En esta sección los artistas aluden a crisis económicas y cómo éstas afectan a los individuos, pero también se habla del factor de deseo, de cómo hay un lenguaje compartido entre economía y otras áreas de conocimiento o de otras formas de economía posibles”, dice De la Garza; por su lado, Charpenel comenta que “muchas de las obras hacen un desmontaje axiológico de todo este sistema de tal forma que relativizan el significado que le atribuimos al dinero y a la riqueza en general”. Aquí, se establece un diálogo interesante entre Bancos en bancarrota, 23 de agosto (2013), del colectivo danés Superflex –que consta de una serie de diecisiete paneles rectangulares negros sobre los que se leen los nombres de los bancos que quebraron debido a la crisis económica de 2008– y Autorretrato dando una generosa propina sin tener en cuenta la crisis del petróleo (2012), del mexicano Abraham Cruzvillegas, una escultura hecha con un burro de planchar, bolsas de compra y un escurridor de botellas que remite a las economías informales, aquellas que resisten a pesar de las crisis.
Aunque Punto de partida se presentó en 2017 en España, en la madrileña Sala de Arte Santander, su emplazamiento en el MARCO pretende generar nuevas lecturas; así lo explica Charpenel: “La ciudad de Monterrey tiene sus propias coordenadas con implicaciones históricas, económicas, políticas y sociales; esta es la ciudad industrial por excelencia y nos parece interesante activar estas variables precisamente aquí”.
La muestra estará vigente hasta el 18 de agosto.