La Tempestad

«Esta crónica es la negociación de un proceso artístico, con todos los progresos y regresiones, sus dudas y convicciones, sus objetivos y concesiones: la eterna negociación entre la fantasía artística y la realidad inmediata».
Francis Alÿs

El pasado miércoles se inauguró en el Museo Tamayo la muestra Relato de una negociación del belga Francis Alÿs. Curada por Cuauhtémoc Medina, la exposición se enfoca en tres proyectos de Alÿs desarrollados en tres momentos temporales y geopolíticos. Los proyectos son Don’t Cross the River Before You Get to the River del 2008; Tornado, que abarca la década que va del 2000 al 2010, y Reel-Unreel del 2011.

Puede proponerse una primera lectura de la obra a partir del formato. La constante de los tres proyectos es la pintura –en los textos curatoriales se insiste en la formación y en la práctica de Alÿs como pintor– y sus distintas posibilidades técnicas. Más que señalar, de una forma paródica, la crisis de un formato, en la obra de Alÿs la pintura es también otros marcos plásticos y artísticos, como la documentación –que, en el caso de Alÿs, puede decirse que funciona como una forma de bocetar la pintura–, la acción performática, la instalación y el cine. Los formatos se unifican y mantienen su independencia: el cine registra las acciones llevadas a cabo por Alÿs pero posee su propio discurso plástico, lo mismo que las instalaciones que acompañan la muestra, que marcan las pautas procesuales del trabajo creativo y son piezas sólidas por sí mismas.

Por otro lado, el componente geopolítico es un factor que permite comprender la muestra. Si bien, no es posible confundir la producción de Alÿs con el activismo –no se observa una agenda política concreta; se exploran tres circunstancias sumamente específicas que no son generalizadas a partir de una campaña o causa con propósitos delineados–, es posible tensionar, desde la posición de espectadores, la manera en la que el arte existe como una posibilidad de incidir espacios en conflicto; la «negociación» discursiva que existe entre el arte y el hecho concreto, y la medida en la que puede tomarse como una plataforma, ajena a los medios noticiosos y al periodismo político, para comprender contextos políticos. En entrevista para Sin Embargo, Alÿs declara: «No me interesa hacer una pieza en Suiza, es una sociedad resuelta».

Don’t Cross the River Before You Get to the River se desarrolló en el Estrecho de Gibraltar y en la separación entre Cuba y Key West. Entre las pinturas que acompañan el proyecto, se marca que las separaciones geográficas generan límites económicos y culturales –la separación que existe entre el «nosotros» y el «ustedes»–, y las instalaciones incluyen noticias sobre los migrantes africanos que llegan a Europa, haciendo una mención de cómo los medios occidentales, desde sus perspectivas, representan el fenómeno migratorio. La acción de unificar, mediante una línea de barcos, Key West con Cuba, puso en la superficie diferencias culturales entre ambas naciones –para la realización del performance, los cubanos pusieron en riesgo más que los estadounidenses, y los primeros se organizaron de una manera más eficiente que los segundos. Por su parte, las acciones y pinturas de Tornado abordan la guerra contra el narcotráfico y el neoliberalismo mexicano, poniendo en crisis la relación que existe entre «modernizaciones» económicas e ideologías nacionalistas. Finalmente, Reel-Unreel pone en entredicho la manera en la que se representa la guerra en un territorio en el que la representación iconográfica, en sí misma, ha generado conflictos bélicos.