22/11/2024
Diseño
Bienal Nacional de Diseño
El papel de la Bienal Nacional de Diseño
El 27 de abril se abrió la convocatoria de la Octava Bienal Nacional de Diseño 2015, organizada por Conaculta, el INBA y la Escuela de Diseño. Con siete ediciones previas, el objetivo de la Bienal es contribuir al reconocimiento de la profesión del diseño como generador de bienestar social y de quienes transforman ideas en productos o servicios como respuesta a las exigencias de públicos o consumidores, informa la organización. «Es importante difundir entre la sociedad la relevancia de la profesión, que a través de estrategias específicas e interdisciplinarias puede ser un detonante del desarrollo social. Si bien existen otros premios en el ámbito de la iniciativa privada, la Bienal Nacional de Diseño es el único reconocimiento oficial a la profesión del diseño y su aportación a la cultura», dijo Haydeé Girón, directora de la Escuela de Diseño, a La Tempestad.
¿De qué forma la Bienal de Diseño funciona en el escenario del diseño que se hace en México? «En el mundo del diseño, los eventos –las muestras, las ferias, las exhibiciones, las bienales– se han convertido espacios fundamentales para la difusión, la promoción y el establecimiento de relaciones entre diseñadores, industria y mercado que, afortunadamente, propician la generación de conocimiento y crítica. En México parece que todavía no nos hemos enteramos de ello. El papel de este tipo de eventos en nuestro país sigue teniendo un peso marginal –casi despreciable– en la consolidación de una escena de diseño local», sostiene Mario Ballesteros, director de Archivo Diseño y Arquitectura. Ana Elena Mallet, curadora independiente que realizó Boutique en el Museo de Arte Carrillo Gil (la primera exposición de diseño de moda en un museo en México, en 2000), considera que la Bienal ha funcionado «como una suerte de búsqueda e institucionalización del diseño a la que le falta difusión y, con ello, abrir más el panorama para que más diseñadores la vean y entiendan como una verdadera plataforma». Para el diseñador mexicano Víctor Hermosillo es pertinente «revisar si existen indicadores para medir con mayor certeza el impacto, la contundencia y el grado de visibilidad de la selección realizado por los jurados. Es necesario tener acceso de manera fácil a los catálogos y, sobre todo, sería útil contar con un seguimiento a los reconocimientos de los eventos anteriores, es decir el antes y el después de tal producto, cartel, sistema; saber de qué manera influye en la carrera de un creador a partir de haber sido seleccionado y apoyado en el marco del certamen».
Esfuerzos y tensiones
La selección oficial de la Bienal, cuya convocatoria cierra el 28 de junio, se exhibirá en un recinto cultural del Centro Histórico de la ciudad de México –el año pasado el Museo Nacional de San Carlos sirvió como espacio expositivo–. Este año la convocatoria, en la que pueden participar profesionales y estudiantes mexicanos y extranjeros, agrupó, para efectos de inscripción, en las siguientes categorías los proyectos que serán considerados: comunicaciones (mensajes gráficos o visuales, campañas, identidades visuales, publicaciones), productos (objetos, accesorios, mobiliarios, empaques, vestuarios, materiales), sistemas (instalaciones y equipamientos, museografías, colecciones o series) y servicios (diseño estratégico, interdisciplinario, de experiencias, consultorías, diseño de nuevos servicios). «Esta ocasión la Bienal está abierta a todos los diseñadores, no existen categorías cerradas, puede inscribirse cualquier proyecto de diseño que sea significativo para la profesión y la sociedad. Pensamos que esto abonará una mayor participación y, como resultado, mostrará lo que actualmente se hace en diseño en México y los nuevos campos de exploración y de acción del mismo», sostiene Girón.
Con respecto al esfuerzo por reconocer los aportes del diseño, la directora de la Escuela del INBA afirma que es importante mencionar que la difusión cultural es una misión del Estado. «Específicamente en el campo del diseño, la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes, realiza diversas actividades para su difusión, divulgación y reconocimiento. Esta Bienal enfoca sus esfuerzos en ello». «En sociedades como la nuestra -desiguales por excelencia- este espectro de motivaciones es grande, por ello considero que lo medular es la participación activa, que el diseñador se exprese, muestre, comparta y exhiba su discurso; lo central de este tipo de certámenes es que existan, ya que se genera un flujo de información y recursos; todo flujo crea reflujo y con ello, abundancia», manifiesta Hermosillo. Mallet considera que la comunidad duda «porque Conaculta no le ha dado al diseño el lugar que se merece, no ha habido suficientes apoyos y exposiciones sobre el tema». «Los cambios reales, vividos día a día, van muy por delante de las respuestas institucionales», sostiene Ballesteros. La ambivalencia que desata el apoyo institucional, que muchos requieren y otros desestiman, se relaciona «con la crisis de la cultura del subsidio y del apoyo gubernamental a las actividades creativas en México. También con las tensiones naturales que surgen de las tendencias de privatización de la cultura y las dificultades para consolidar auténticas industrias creativas», puntualiza el director de Archivo.
Las búsquedas de la Bienal
Luego de que el jurado emita su fallo, los nombres de los seleccionados serán dados a conocer el domingo 11 de octubre del presente año a través de la plataforma digital de la Bienal de Diseño. La visibilidad al trabajo de diseñadores y estudiantes es lo que no debe perderse de vista en este encuentro, así como las conexiones entre grupos e individuos que posibiliten mayores oportunidades para la disciplina.
«Cualquier esfuerzo por dar visibilidad a nuevas propuestas de diseño es encomiable, sobre todo en una escena tan verde y fragmentada como la nuestra», opina Ballesteros. «Lo necesario es que la Bienal se convierta en una verdadera plataforma de difusión y diseño, en un termómetro para entender qué está sucediendo en el diseño en México», apunta Mallet, que considera que a la Bienal le falta estructura y difusión para consolidarse. Girón, por su parte, apuesta porque «en este octavo año se genere una mayor participación que dé a lugar la exposición de trabajos relevantes en el contexto económico y social del presente». Hermosillo, que asegura que actualmente se está gestando un renacimiento en la creatividad, apunta que «la expectativa se ensancha, debido a que ahora los diseñadores tienen mayores recursos –tangibles e intangibles-, cuentan con mayores referentes, tienen acceso a nuevas y mejores tecnologías, generan sus propias metodologías, investigan, profundizan, experimentan y proponen; con ello, enriquecen el acervo creativo del país». Una revisión a profundidad del diseño y la utilidad de los eventos que ayudan a su difusión es pertinente. «Es necesario que el Estado se percate de la influencia de lo diseñado en la sociedad y del profundo poder transformador del diseño en la misma. Son encomiables las iniciativas oficiales para lo promoción de lo creado aquí con miras a la global pero pensado en lo local», remata Hermosillo.