22/11/2024
Artes visuales
El fracaso del éxito
El abuso de Photoshop es una muestra de la obsesión por la imagen perfecta. En “La obligación del diseño de sí” (2010; incluido en el volumen Volverse público), Boris Groys considera: «La última forma del diseño es el diseño del sujeto». ¿De qué forma queremos que nos perciba el otro? A pesar de la insistencia en el glitch, en los errores como una expresión del fallo de la tecnología, la imagen del éxito se impone: no importa desde qué tendencia o corriente se parta, si no hay resultados positivos entonces fracasaste en la vida, como se insiste de manera frecuente, y en tono humorístico, en las redes sociales.
«Till I Get It Right es una muestra colectiva sobre la obsesión inacabable por el éxito y los resultados satisfactorios, también sobre la persistencia, el just do it y la belleza de fallar. Hace tiempo Labor me pidió organizar una exposición que no se concretó. Así que tal vez esta es mi terapia privada y hecha pública al lidiar con una derrota profesional. ¿Qué es el éxito?, ¿por qué lo perseguimos? El mundo del arte puede ser un lugar peligroso si te dejas llevar por lo que se percibe como éxito. Las redes sociales, en las que se compara la vida propia con la de otros, pueden ser una trampa. No puedes publicar imágenes sugestivas o simpáticas en Instagram sobre las horas de trabajo o el esfuerzo por escribir estas líneas; el éxito se muestra con más frecuencia desde el lado divertido», dijo Tim Goossens, curador de la muestra.
El sistema capitalista utiliza el fracaso para vendernos objetos y servicios, pero ¿puede convertirse éste en obras de arte? «Desde hace tiempo una gran cantidad de artistas cuestionan el campo capitalista de la publicidad y la perfección. El colectivo irlandés DIS presentó una instalación grandiosa en el New Museum (una mujer aparecía en la galería y se recostaba sobre una cama en la que, completamente vestida, dejaba que una regadera la mojara). Hay una exhibición en Nueva York: el artista James Howard creó un collage con imágenes spam de Internet que interrogan, en clave de chiste, el lado oscuro de la red», apunta Goossens.
«The perfect wave (S.Jacobovitz)» (2014), de Nicolas Provost, Video Still / Imagen cortesía del artista y de LABOR
Till I Get It Right presenta algunas piezas creadas específicamente, como la pintura Till You Get It Wrong, de Erika Keck, en la que los visitantes pueden cocrearla, modificarla y convertirla en una obra ideal. Kasper Bosmans, que inició una investigación sobre el arquetipo del motivo mandorla prerrenancentista, exhibe la primera serie de una base de datos en expansión. Nicolas Provost y el curador eligieron una obra reciente en video en la que un surfista monta una ola perfecta. Si se mira con detenimiento, más allá de la celebración de goce y libertad, se revela que es una escena creada a partir del montaje y la edición. También se presentan la escultura flotante de Edith Dekyndt, una serie de retratos de Hans Witschi, un velo de Izhar Patkin y el trabajo sonoro de Ceal Floyer.
«Esta exposición no es sobre el fetichismo de fallar. Idealmente aprendemos de nuestros errores, pero todos sabemos ese cuento… Otro aspecto interesante es la reinvención de lo perfecto: los pasos de recuperación de un héroe caído en la sociedad estadounidense, y en los medios de comunicación. Una figura como Lance Armstrong que se ve marginado, cae y decepciona a la gente. Luego atiende las entrevistas en los programas de televisión estelares y se redime. Los gobiernos también maquillan la verdad, no sólo en México, ocurre en Grecia y China», finaliza el curador.
Un tema relacionado con la muestra es el del error. La edición 103 de La Tempestad incluye, con el título “Más allá del error”, un dossier sobre la potencia creativa de lo indeterminado, lo fortuito y lo azaroso.
«Wicker Chair», de Janice Guy (1979) / Imagen cortesía del artista y de LABOR