La Tempestad

Como si se tratara de una extensión lógica de la remodelación que se hizo de La Tallera en 2010 (un edificio original de 1965 que se convirtió en la casa y el estudio de David Alfaro Siqueiros en los últimos años de su vida), el espacio no sólo ha robustecido su programa de actividades sino que se ha vuelto un nuevo punto toral para artistas e interesados en el arte contemporáneo –con el atractivo singular de encontrarse en Cuernavaca, fuera (pero no lejos) del circuito endogámico de la Ciudad de México.

En efecto, el proyecto arquitectónico a cargo de Frida Escobedo, que involucró cambiar de posición los murales de Siqueiros que ahora pueden verse en la fachada del edificio, abrió el espacio hacia la plaza adyacente, subrayando el aspecto comunitario que una institución pública debe tener. Es precisamente lo público que ahora destaca en su programa, donde además de exposiciones se llevan a cabo seminarios, talleres comunitarios y otras actividades (además de contar con una pequeña librería y una cafetería). También destaca, en este nuevo programa, la tercera edición de su Escuela de Crítica de Arte (la convocatoria cerró el pasado mes de febrero).

En meses recientes su programa de exhibiciones ha sido sobresaliente: hasta el pasado marzo se presentó Conversaciones para morir un poco menos, de Pablo Helguera; la serie de tableux vivants Oscuridades bucólicas, de Melanie Smith, inspirada en la obra de Hieronymus Bosch y Pieter Brueghel el Viejo, se pudo ver hasta principios de este mes; y mañana se inaugura la muestra colectiva Mapas en construcción.

Esta última exhibición, a cargo del equipo curatorial conformado por Adriana Melchor, Christian Gómez, Violeta Horcasitas y Mariana Mañón, repasará parte de la colección de arte contemporáneo del Proyecto Siqueiros –que unificó, en 2009, los programas de la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS) en la Ciudad de México y La Tallera. La muestra no sólo presenta los resultados de las políticas de coleccionismo iniciadas en 2012 por el Proyecto Siqueiros, también alberga piezas de otras colecciones de museos del INBA (el Museo de Arte Moderno, el Tamayo, el Carrillo Gil y el Laboratorio Arte Alameda).

Como explicó Mañón, la exhibición destaca “por ser una de las primeras que reflexionan sobre las colecciones públicas de este país; en ella se cuestiona de qué manera –burocrática, económica y políticamente– manejan lo que se hereda en términos de acervo y patrimonio”. Este punto de partida –que busca mostrar tanto fortalezas como grietas en las políticas del coleccionismo público– también funciona como la oportunidad para conocer la colección de la SAPS, como ha señalado Melchor: “da a conocer la colección la arte contemporáneo del Proyecto Siqueiros. Muy poca gente sabía que el Proyecto Siqueiros también colecciona. Además de tener el acervo y el archivo documental y las obras que se donaron a Siqueiros, hay una voluntad por coleccionar arte contemporáneo”. Por su parte, Gómez señaló la reactivación de la vocación de distintos museos por volver a coleccionar obras de artistas: “la exposición revisa cómo se ha coleccionado en los últimos años, sus cualidades, sin dejar de preguntar qué obras, y cuáles no, están ahí. ¿Qué historia nos permitirá contar estas colecciones? ¿Pudo haber sido diferente?”.

En conferencia de prensa a propósito de la exhibición, la directora de la Sala de Arte Público Siqueiros, Taiyana Pimentel, señaló una característica sobre el coleccionismo mexicano actual –al menos del que se realiza desde instituciones públicas–: “Creo que hoy los artistas son más conscientes de que sus obras ya no terminarán en un fondo amorfo sino que al llegar a una colección de una institución sus obras deben ser representativas de sus discursos. Esto refleja a una sociedad cultural más consciente de cómo quiere ser verse representada, de lo que quiere heredar de su discurso hacia el patrimonio de la nación. Cada vez que se da un poco más allá en los nexos existentes entre los actores de la comunidad cultural, se habla más de una sociedad madura”.

Mapas en construcción. Colecciones públicas de arte contemporáneo, 2009-2017 se inaugura mañana al mediodía y seguirá montada hasta principios de octubre.